Mensaje del Secretario de Gobernación, en la «Ceremonia de Reconocimiento y Fortalecimiento de capacidades policiales»

:: Son 40 mil elementos que integran la corporación, cuya inmensa mayoría se encuentra en estos momentos protegiendo a la ciudadanía a lo largo y ancho del país.

Secretaría de Gobernación.

Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.

Saludo con gusto al maestro Renato Sales Heredia, Comisionado Nacional de Seguridad.

Al maestro Manelich Castilla Craviotto, Comisionado General de la Policía Federal.

Al doctor Álvaro Vizcaíno Zamora, Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Al doctor José Luis Stein Velasco, Subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana.

Al General Brigadier Diplomado de Estado Mayor, Roberto Bernal Benítez, en representación del General Salvador Cienfuegos, Secretario de la Defensa Nacional.

Al licenciado Omar Hamid García Harfuch, Director en Jefe de la Agencia de Investigación Criminal.

Al ingeniero Alfonso Ramón Bagur, Comisionado General del Servicio de Protección Federal.

Al maestro Gerardo García Benavente, Comisionado del Instituto Nacional de Migración.

Al doctor Adrián Ruiz de Chávez, Director del Centro de Investigación y Liderazgo de la Universidad Anáhuac, y representante del rector de esta noble institución académica.

A la maestra Alma Iglesias, Jefa de la División de Educación Continua y Vinculación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de nuestra Universidad Nacional Autónoma de México.

A la doctora Patricia Trujillo Mariel, Titular de la División Científica de nuestra Policía Federal.

Al Comisionado Jefe, Raúl Ávila Ibarra, galardonado.

Al maestro Héctor Martínez Cordero, secretario general de la Policía Federal.

Al ingeniero Benjamín Grajeda Regalado, Titular de la División de Gendarmería de nuestra Policía.

Al licenciado Víctor Manuel Torres Moreno, Comisario de la División Regional de la Policía Federal.

Al licenciado José Antonio Vega Michaca, Jefe de la División de Investigación de la Policía Federal.

A la maestra María Luisa Saucedo López, Comisaria General de la Unidad de Asuntos Internos.

Al licenciado Ricardo Aranda Aguilar, Comisario de Inteligencia de la Policía Federal.

Al señor licenciado Luis Olguín Arellano, Director General de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación.

Al licenciado Alejandro Durán Zárate, Titular del Órgano Interno de Control de la Policía Federal.

A todos ustedes que los he mencionado por nombre y cargo, sirva esta presentación como una forma clara, por nombre, por apellido y por cargo, de decirles muchas gracias y muchas felicidades por la labor desarrollada en todo el tiempo que lo han hecho con patriotismo, con lealtad y con un enorme espíritu de servicio en favor de México y los mexicanos.

Quisiera saludar también con mucho aprecio, a un amigo, reconocido, admirado, periodista, don Carlos Marín, que nos acompaña el día de hoy. Muchas gracias por su presencia.

A los funcionarios federales y locales que hoy nos acompañan.

Y de manera muy especial quisiera reconocer, saludar y agradecer, al grupo de policías federales aquí presentes, en particular a quienes fueron condecorados, reconocidos y promovidos por su labor en favor de un México más seguro.

Reitero lo que aquí ha dicho nuestro Jefe, por convicción, por vocación y por responsabilidad constitucional hace tres días: muchas felicidades y muchas gracias a la Policía Federal por el servicio que le han brindado a la nación y a la sociedad mexicana.

El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, una vez más, por mi conducto, les agradece, los felicita, en particular a Renato Sales y a Manelich Castilla. Muchas gracias y muchas felicidades.

Hoy es un día propicio para reflexionar y reconocer tres cosas.

Primero, a constatar el fortalecimiento de las capacidades de la Policía Federal, con esta entrega simbólica de nuevas patrullas, por un lado.

Por otro, a reconocer el esfuerzo que todos ustedes llevan a cabo en esta gran institución de seguridad al servicio de los mexicanos.

Y en tercer lugar, a reflexionar sobre lo que es nuestra Policía Federal en México, qué ha sido, qué es, y qué seguirá siendo para el país.

Son 40 mil elementos que integran la corporación, cuya inmensa mayoría se encuentra en estos momentos protegiendo a la ciudadanía a lo largo y ancho del país.

Son todos ustedes, con admiración, con respeto y con reconocimiento del Gobierno de la República, porque son ejemplo de vocación, lealtad y capacidad de servicio.

Solo por mencionar un ejemplo de lo que significa su tarea de servicio en estos momentos por México.

Hay cientos de policías federales en este momento, que están protegiendo a una población vulnerable que se encuentra en la ciudad de Tijuana, también están en la ciudad de Mexicali, en Sonora, en Sinaloa, en Guanajuato, en Jalisco, en Querétaro, en Ciudad de México, en Oaxaca, en Veracruz, en Puebla, en Chiapas, protegiendo a esta población vulnerable migrante, que en su enorme mayoría se arriesgó a entrar a territorio nacional, pasando por otros tres países, con la esperanza de encontrar un futuro mejor de vida para ellos y su familia.

Y que en esta desesperación, algunos grupos o personas, han aprovechado la circunstancia para aprovechándose, repito, de la desesperación, poner en riesgo sus vidas e intentar irrumpir en un país también vecino del nuestro, como es los Estados Unidos de Norteamérica, quien tiene una posición extraordinariamente severa y dura contra la migración no documentada, que en nuestro país no se criminaliza.

Esos policías están evitando en este momento un problema mayor para México, donde lo más grave que podría ocurrir es que se suscitara un incidente en la línea fronteriza entre estos dos países, que no pusiera solo en riesgo a los migrantes, sino toda una relación compleja, comercial, cultural de personas, de tránsito de mercancías, que pondría en riesgo, sí, a millones de familias de nuestro país y en una relación que históricamente debe de ser sana.

Estos policías tienen un encargo, como lo tuvieron en el puente que une a Tecún Umán con Ciudad Hidalgo.

No pueden estar armados, no pueden generar, que ese es el peor de los escenarios, la pérdida de una vida humana, porque esa es irreparable, ante esta desesperación no entendida correctamente.

Y si hay heridos, mayormente tienen que ser nuestros policías, eso solamente se puede entender con una enorme vocación, con un enorme espíritu de servicio que todos ustedes tienen, con una enorme lealtad institucional, y con una enorme disciplina para poder en esos momentos, no en lo teórico, en esos momentos donde están pasando mil cosas que no están previstas, o que están previstas en un protocolo pero es muy diferente el protocolo que la realidad. Ahí hay que aplicar el protocolo y que así suceda.

Que al día de hoy, frente a ese fenómeno en particular inusitado que fue estas caravanas migrantes, que se convirtieron en un éxodo migratorio y que se han manifestado también de manera inusitada, no hay precedente de que sea de esta forma la manifestación en el deseo de mejorar sus condiciones de vida, esta función de la policía ha sido solo por poner, repito, un ejemplo, de lo mucho que se hace, sin costo de una sola vida humana que pueda obedecer a una acción del gobierno o a una omisión.

Se han tenido lamentables decesos, dos. Uno, de un joven que imprudentemente subió al techo de un tráiler en una carretera, resbaló y cayó. Y otro, de otro migrante, connacional centroamericano que fue atropellado.

Pero ni niños, ni mujeres, ni mujeres embarazadas, ni adultos mayores, ni jóvenes, ni siquiera ese grupo de violentos, que 100 de ellos han sido ya deportados y repatriados a sus países de origen, han tenido mayor daño.

Han entendido muy bien lo que nuestra Constitución dice, la población migratoria no documentada no se criminaliza.

Y los procesos migratorios del tiempo de hoy sirven para generar nuevos paradigmas de desarrollo en realidades compartidas.

Eso no se puede hacer si no hay profesionalismo, no se puede hacer, repito, si no hay convicción, si el sistema de ascensos y promociones no funcionara, si el sistema de profesionalización no funcionara, sin haber hecho protocolos muy serios del uso legítimo de la fuerza, sin tener modelos de policía que se puedan aplicar en cualquier parte del territorio nacional.

Sin que las siete divisiones estén cumpliendo con su función, ni la Gendarmería, sin que el tema de la equidad de género no se presente y no sea patente en la policía, 22 por ciento del personal que tiene la Policía Federal es personal femenino, y varios de ellos mandos.

Donde el 42 por ciento de la policía tiene grados académicos, más de mil 500 son profesionistas, 800 son doctores en distintas especialidades y materia. Eso es nuestra policía hoy.

Esta policía empezó con alrededor de 50 elementos. Esta policía tiene al día de hoy 40 mil elementos, absolutamente insuficientes para una realidad tan compleja como la nuestra, un país con 130 millones de habitantes.

Y donde hoy se debate después de muchos años, dos modelos que no tienen todavía una definición clara, el modelo de policía municipal, qué tipo de policía tiene que tener nuestra célula básica social. No puede haber una definición, no la ha habido en el Congreso de la Unión.

Y por el otro lado, el invaluable auxilio de nuestras Fuerzas Armadas, con un también enorme patriotismo, enorme patriotismo, que han ayudado en las tareas de seguridad, y que no le pueden definir que en tiempos de paz, como los que vive nuestro país, y que no lo duden, puedan convivir dos fueros, el castrense y el civil, para atender un fenómeno que ocupa una parte del territorio, que es la violencia y la inseguridad.

Y frente a esas dos indefiniciones de años, rebasa este sexenio, en medio está una policía que se ha ido fortaleciendo y que tiene que actuar en todas partes del territorio en todo momento.

Eso es lo que es nuestra policía hoy, y ese esfuerzo en la función policial civil que representa el profesionalismo, la disciplina, la dignidad que tienen todos ustedes, México no lo va a perder, y pueden estar seguros de ello.

Los modelos de estructuras administrativas pueden ser unos u otros. Nuestro país tiene historia en eso.

Solamente pensemos un modelo de policía, el de la Policía Judicial, ahora ya Ministerial, aquí está su director general, hace 100 años dependía del Poder Judicial de México, lo mismo que el Procurador General, por eso el nombre de Policía Judicial.

La función existe y va a seguir existiendo, sea una Secretaría, que es darle mayor capacidad en su implementación de acciones, o sea una dependencia muy unida, sólidamente consolidada, que esté adscrita a una Secretaría que requiere de sus servicios para poder tener la gobernabilidad democrática a la que hacían referencia varios de los mensajes aquí dados.

Su función, su capacidad y su vocación de servicio, siempre será agradecida y, en particular, creo que el Presidente de la República lo ha dicho, lo ha hecho y lo ha dejado claro y por mi conducto se los vuelvo a reiterar:

La única palabra que puede significar lo que ustedes representaron en este sexenio, es una que sale del corazón, y es la que hace reconocer a quien lo reconoce a uno y se llama gracias, se denomina gracias.

Como gracias es lo que se le dijo a la familia de nuestro compañero que cayó en servicio, mil gracias.

Todos ustedes, el día de hoy, que será quizá la última ocasión que me pueda referir en público, tengan la certeza que este Gobierno de la República y cualquier gobierno, porque estoy seguro de ello, que tenga como propósito servirle a su país, y en eso no tengan duda, la definición y el objetivo será claro, de cualquier gobierno, no fue electo por la ciudadanía para no servirle a México.

Lo único que les podremos decir de este gobierno será, mil gracias y mil felicidades a todos ustedes, el reconocimiento pleno, sépanlo hoy y mañana, que lo han hecho bien y le han servido a la patria.

Que tengan todos ustedes muy buen día y mil felicidades a los galardonados.