PORKYS, WINCKLER Y EDEL

EN LA MIRA
SILVERIO QUEVEDO ELOX

Una vez que recientemente se supo la sentencia en contra del joven Diego Cruz Alonso, uno de los implicados en sonado caso de Los Porkys, quien presuntamente junto con otros estudiantes, abusaron de la joven Daphne Fernández, al resurgir el tema, los padres del enjuiciado han saltado la luz pública condenando las acciones de la Justicia, pero más que nada abriendo otro frente para la ya controvertida figura del Fiscal, Jorge Winckler Ortiz.

Y en medio de ello, se suma el conflicto que vive el actual procurador de la justicia en Veracruz con el presidente del Tribunal Superior de Justicia, caso por el que el funcionario llamó irresponsable a Edel Alvarez Peña, debido a las anomalías que en su momento Winckler le marcó al juez designado y que dictó un castigo, a juicio del Fiscal, por debajo de lo que debería corresponderle según las agravantes.

El tema ha pasado además, del ya protagonizado por la familia encabezada por el señor José Arturo Fernández Gómez , padre de Daphne y quien aparece como víctima, y la del matrimonio conformado por los señores, Héctor Cruz Hernández y Gabriela Alonso de Cruz por parte del joven Diego al de las autoridades judiciales.

Y es que Winckler quien se ha inconformado por los años de cárcel que le cargaron a Diego debido a que según éste, el Juez de Edel Alvarez le varió el delito de pederastia agravada a pederastia simple, y que ofreció impugnar, ha sido desde un inicio el abogado de la familia afectada en este caso, acto que reclama los familiares del sentenciado como impropio y falto de ética.

Este lunes en sendo desplegado publicado por los señores Héctor y Gabriela se dirigen al gobernador del Estado, Cuitláhuac García , al secretario de Gobierno, Eric Cisneros y al presidente del TSJE, Edel Alvarez Peña, en cuya misiva comienzan diciendo que “también nosotros estamos en contra de la absurda sentencia dictada contra nuestro hijo Diego Cruz”.

Enlista entre otras cosas sus contrariedades:
“También nosotros estamos en contra de la determinación de ese juez que lo encontró culpable sin tomar en cuenta las pruebas que aportó la defensa, y cada una de las contradicciones que hubo por parte de la fiscalía, las preguntas inductivas que le hicieron a la presunta víctima para encuadrar todo a su favor, no se tomó en cuenta todos los señalamientos que hizo la defensa para demostrar que los hechos no eran como los narró la joven Daphne en su denuncia…”

En la misiva de seis amplios párrafos los papás de Diego destacan dos puntos de referencia, con el que buscan evidenciar a Winckler, lo que, en medio de su confrontación con quienes ostentan el poder Ejecutivo en Veracruz, es para éstos carne de cañón:

Uno, porque –según narran en su texto- “denuncia que además nunca se presentó a ratificar, aún y cuando ya era mayor de edad, este solo hecho debió haber sido suficiente para absolver a Diego, ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación y las Salas Penales tienen ese mismo criterio”.
Dos, se refiere a la familia denunciante al señalar que “ha sido protegido y apoyado por el gobierno del Estado y su fiscal Jorge Winckler Ortiz, quien fabricó este caso para utilizarlo como bandera de campaña del anterior gobernador y ha fungido como juez y parte indebidamente ya que nunca renunció al cargo de abogado de la joven Daphne e inclusive ya siendo Fiscal, estuvo en la primera comparecencia de Diego y ha metido las manos para influir en las decisiones judiciales”.

Sin duda que la sentencia no se ha dictado en el mejor momento, pues por un lado el Fiscal se inconforma contra las decisiones de su ahora enemigo, Edel Alvarez, aunque muchos piensan en una simulación, y por otro, el gobierno del Estado rechaza totalmente la presencia de un Winckler en la Fiscalía.

En otro apartado, en el desplegado los inconformes califican de injusta la sentencia y más aún que se haga por presiones políticas y mediáticas, mismo fin que pareciera llevar esta solicitud de intervención de las autoridades estatales tomando en cuenta la confrontación política que se vive. Ojalá que eso no sea lo que prevalezca y sí una verdadera justicia en el caso.