Al dictamen de Reforma Electoral de AMLO no le movieron ni una coma, Va por México no dejará que pase
La propuesta tiene más de 935 páginas, la oposición asegura que no se ha hecho ningún análisis a la medida
Nunca se llevó a cabo una mesa de trabajo para poder analizar las más de 100 iniciativas que componen la Reforma Electoral, así lo dio a conocer Luis Espinoza Cházaro, coordinador de la facción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados, en entrevista con Javier Alatorre para la señal de radio de El Heraldo Media Group.
Esto, aseguró, deja demostrado que no hay apertura para el diálogo en torno a la modificación constitucional, por lo que el PRI, el PAN y el PRD no dejarán pasar la medida. Dijo que ahora se deberá conocer el contenido de las leyes secundarias que se pretenden cambiar.
«La propuesta del presidente como tal no va a pasar así», dijo.
Explicó que lo que busca el presidente Andrés Manuel López Obrador es desaparecer al INE y convertirlo en un instituto de consultas, que se vote a los consejeros electorales y se disminuya el presupuesto con el que cuente este organismo. Aseguró que el Plan B estaría en contra de la Constitución en caso de que plantee un cambio en las leyes secundarias.
Estimó que el Movimiento de Regeneración Nacional apresurará la discusión para que este proceso se lleve a cabo la próximo semana o antes del 15 diciembre, fecha en la que culmina el periodo ordinario.
No le movieron una coma a la iniciativa de AMLO
La fracción parlamentaria de Morena, presentó la mañana de este miércoles ante comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Reforma Político Electoral y de Gobernación de la Cámara de Diputados el dictamen de reforma electoral que, aunque en los considerandos incluyeron 135 iniciativas en la materia presentadas por las diferentes bancadas, el decreto es prácticamente la propuesta íntegra enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El dictamen plantea reformas a 17 artículos constitucionales entre las modificaciones resalta la eliminación del Instituto Nacional Electoral (INE), para crear el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), la reducción de consejeros electorales de 11 a siete, la disminución de nueve a seis años el periodo en el cargo de los consejeros y su elección a través de voto popular, así como la supresión del financiamiento público para actividades ordinarias de los partidos políticos.
También plantea la eliminación de los Organismos Públicos Locales (OPLEs) y la reducción de 500 a 300 diputados federales y de 128 a 96 senadores, electos a través de listas estatales, es decir elimina a los legisladores de mayoría relativa para dejar solo plurinominales.
Las fracciones de oposición calificaron de “albazo legislativo” la presentación y el arranque de la discusión de la reforma electoral, toda vez que no se tomó en cuenta las iniciativas como se acordó analizar a través del grupo de trabajo al que acusaron y conocieron el contenido del dictamen que consta de 935 páginas la mañana de este miércoles.
“Esto está mal, estamos empezando como los gatos negros, con el pie izquierdo la discusión de este dictamen, me parece una falta de talento, de tino, de atención política en un tema tan delicado como el que estamos viendo, sobre todo porque no conocíamos el proyecto de dictamen… no es el momento de hacer una reforma electoral porque no es necesaria… A su puro estilo, ya lo vimos, ahora nos dan un albazo legislativo y nos circulan el proyecto de dictamen que solo unos cuantos conocen”, sostuvo a nombre del PAN el diputado Humberto Aguilar.
En el dictamen también están enunciados los 26 foros de parlamento abierto de reforma electoral que se realizó en agosto pasado, sin embargo, las conclusiones tampoco fueron tomadas en cuenta para el decreto.
Al respecto, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, el morenista Juan Ramiro Robledo, señaló que había coincidencia con la oposición al menos en siete puntos de la reforma, sin embargo, consecuencia del discurso político, fue imposible lograr los acuerdos necesarios para lograr un dictamen de consenso.
“A la vista y conocimiento de todos que los posicionamientos políticos de los partidos y los grupos parlamentarios, cambiaron y son evidentes, hay posturas públicas en un determinado sentido contrario a la propuesta del ejecutivo, en esas condiciones no puede haber un dictamen de consenso”, señaló Robledo para justificar que el grupo de trabajo de 18 integrantes no analizara las iniciativas en materia electoral para construir el dictamen.