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sábado, abril 20, 2024
ColumnasPolitica

Del futurismo.

La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.


Por Manuel Ábrego.

Increíble si no fuéramos mexicanos: desde hace meses hay futurismo en Tres Valles.
Curulecos y suspirantes a suceder a José Manuel Díaz Rodríguez trabajan afanosamente aunque sea dando a conocer sus deseos de sentarse en la silla, y de verdad que hay uno o dos que merecen que sea así, pero en la silla eléctrica.


Los hay rojos, azules, color rojo óxido y hasta independientes, los que ya fueron, los que son frustrados, hay masculinos y femeninas, naturales y también avecindados, religiosos e indiferentes, cañeros y normales, así que el Gran Juez, que es el Pueblo, tiene tela de dónde cortar.
Son ciudadanos comunes y corrientes los que barajan nombres según el grado de simpatía o los antecedentes que existen de cuando algunos gobernaron. Y así hay quienes hablan de Valentín Reyes o alguno de su familia, Carlos Loyo o alguno de su reducidísimo equipo, de uno de los Tronco.
Igual, del popular Alberto Ocampo Hernández, de Mateo Ortíz y de Marcos Cano Ramos, personajes que ni siquiera han tomado actitd alguna, pero ya la Vox Pópuli los menciona como posibles abanderados de uno u otro Partido.
Incluso entre cierto sector afortunadamente mucho muy reducido se maneja en estos días la idea ¡de un Partido religioso! Si Juárez no hubiera muerto de seguro se moriría pero de la risa. Por ahí andan algunos mortales haciendo proselitismo no afortunado pero sí curioso, en ese tema.
Proponen que lo impulsen todas las iglesias existentes en Tres Valles, que se unan distintos credos por el supuesto mejoramiento de este municipio. ¡Válganme las once mil vírgenes, de las cuales ninguna es de Tres Valles!
De por sí los últimos gobiernos federales ya echaron abajo el postulado de Madero de la No Reelección, y ahora algunos ciudadanos quieren derrumbar al Estado Laico. No me imagino de alcalde a algún cura de esos billeteros que hay, capaz que al que no vaya a Misa lo multe, o lo haga confesar con la Policía.
O a algún pastor de esos que sueñan con las hermanas mandando en Tres Valles basado en la Biblia. Ya lo veo con diez presidentas del DIF, para imitar al rey Salomón. O a un élder mormón gobernando y decretando que todos los varones, aún los muy sensuales usen corbata. No importa que anden con short y huaraches.
Pero lo que nos trajo aquí es el futurismo. Existen curulecos, o sea los que desean una curul en la cámara que sea, menos en la de gases. Y autopropuestos presuntos candidatos a alcaldes o alcaldesas, sobran. Y ya están trabajando.
Hay quienes aún se amparan con la figura de López Obrador, otros con sus partidarios que en su período colaboraron en Palacio, e incluso no falta aquel que en su familia tiene gente experimentada en las lides políticas o en la burocracia.
Por supuesto que se tiene a los que están rostizados y el Pueblo jamás votaría por ellos, pero para esos casos, están los parientes. Seguiremos comentando. ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “Busca, busca el futurismo hoy/ búscalo ya”.

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