Olimpia, la voz de toda una generación
En una sociedad como la nuestra es obligación de todas y todos los que formamos parte del Congreso de la Unión
En una sociedad como la nuestra es obligación de todas y todos los que formamos parte del Congreso de la Unión, enfocarnos en las problemáticas que aquejan a una población que se ha decantado por la interacción digital de diversas maneras. Llamadas, mensajes, videos, imágenes en general son la forma en que las nuevas generaciones generan vínculos de afecto ante la celeridad con la que avanzamos como grupo.
De hecho, en medio de una pandemia, los intercambios afectivos, laborales, académicos y sociales han sido subsanados a través de las redes sociales, las videollamadas y las nuevas aplicaciones que nos permiten contactar con nuestras actividades cotidianas y nuestros seres queridos, es por ello que la regulación de este ámbito de convivencia es fundamental y obligatorio como Senadora de la República.https://0cff453d8103b4d7d1c731e3da82434a.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html?n=0
La Ley Olimpia vino a dignificar esas interacciones y a poner un alto a los abusos que se cometen en cualquier medio digital, entendiendo que los alcances morales y emocionales pueden llevar a consecuencias catastróficas, sobretodo, a nuestras niñas, niños, adolescentes y jóvenes debido a que buena parte de sus amistades se dan en esa esfera sin que, hasta hace algunos meses, hubiera un marco jurídico de protección.https://d-3168570574287139236.ampproject.net/2108132216000/frame.html
La valentía de una joven poblana, Olimpia Corral Melo, que vio destruida su vida por la traición de un compañero, puso sobre la mesa la urgencia de legislar con fortaleza e inteligencia, el abuso que se comete en contra de las personas en general pero especialmente de las mujeres, cuando son expuestas en su intimidad y en la confianza que otorgan a quienes, al menos en ese momento, forman parte de su círculo de vida.
A través de una reforma a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Penal Federal, en el Congreso de la Unión reconocimos la violencia digital y establecimos una serie de sanciones a aquellas personas que violen la intimidad sexual a través de medios digitales cuando se acose, se intimide, se amenace o, incluso, se produzcan, publiquen o distribuyan imágenes sin el consentimiento de la persona involucrada.
Hoy, cuando nuestras hijas e hijos, por necesidad académica o interacción social, se encuentran sumergidos en las redes sociales digitales, es fundamental colocar un velo de protección para que su seguridad sea plena incluso en estos espacios que se nos había escapado como autoridades.
Si bien es cierto, ya varias entidades federativas habían regulado al respecto en sus normas locales, el trabajo federal por medio de la Cámara de Diputados y el Senado de la República es un llamado a la reivindicación, principalmente de un sector como lo es el de las mujeres que, aún a estas alturas de la vida pública seguimos alzando la voz para una igualdad sustantiva y un respeto pleno a nuestros derechos que históricamente han sido vulnerados.
Esta reforma que entró en vigor hace apenas un par de meses es un compromiso cumplido con aquellas mujeres como Olimpia que, a pesar del dolor del trago amargo que pasaron al ver traicionada su confianza, se levantaron para abanderar una causa urgente, necesaria y loable que permitió abrir los ojos a una sociedad que había pasado por alto este tipo de peligros. Con esta reforma reiteramos nuestro compromiso con los millones de mujeres en este país que, tristemente siguen siendo invisibilizadas y desprotegidas por quien debiera ser su principal protector: el Estado.
POR NUVIA MAYORGA DELGADO
SENADORA DEL PRI POR EL ESTADO DE HIDALGO
MIEMBRO DE LA COMISIÓN DE SALUD DEL SENADO
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