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viernes, abril 19, 2024
Nacional

Mensaje de la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, durante la XXX Reunión de Embajadores y Cónsules.

:: Política exterior y política interior deben ser dos caras de una misma moneda. Dos componentes de una sola estrategia la que traza y conduce nuestro Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Secretaría de Gobernación.

Funcionarios de la Cancillería mexicana.

Señoras y señores embajadores, cónsules de México.

Amigas, amigos todos.

Es un honor y un gusto participar como primera conferencista en esta Trigésima Reunión Anual de Embajadores y Cónsules.

Es una estupenda manera de iniciar el año, y de desearles a todas, a todos ustedes, que sea un año de salud, de prosperidad y de éxitos.

Son varios y complejos los temas de la agenda que se abordarán en esta reunión, con la participación de mis colegas del Gabinete Presidencial, quienes habrán de referirse a los que competan a sus respectivas dependencias.

Las relaciones de México con la comunidad internacional, con las naciones y los gobiernos, con las que mantenemos relaciones diplomáticas, con organismos multilaterales de los que formamos parte, son un asunto directa e indisolublemente implicado con la política interior de la que es responsable la Secretaría de Gobernación, conducida por primera vez en nuestra historia, por una mujer.

Política exterior y política interior deben ser dos caras de una misma moneda. Dos componentes de una sola estrategia la que traza y conduce nuestro Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Mantengo con mi amigo Marcelo Ebrard y con su equipo de colaboradores, una estrecha, intensa y fructífera comunicación que hoy tengo la oportunidad de extenderles a las señoras y señores embajadores y cónsules presentes en esta Trigésimo Reunión Anual.

Justo el pasado viernes, sostuvimos una más de nuestras reuniones de trabajo entre los equipos de Gobernación y de Relaciones Exteriores, en las que hemos venido abordando un asunto crucial para las políticas interior y exterior del gobierno de la República: la política migratoria.

Asunto que, como pocos, supone y requiere la estrecha colaboración, coordinación y consenso entre las dos dependencias del Ejecutivo Federal.

Conviene con mi amigo Marcelo, en que sea éste el tema que abordaré en esta intervención ante ustedes, dejando un mensaje final para sus comentarios y sus preguntas.

Permítanme empezar tocando el tema y sus aristas más importantes.

Me referiré especialmente al fenómeno migratorio desde Centroamérica-México, y a su impacto en nuestra relación con los Estados Unidos de América.

Como punto de partida, propongo distinguir y separar el flujo migratorio proveniente de Centroamérica en sus dos componentes principales:

Uno, quienes ingresan a México con la intención de residir temporal o permanentemente en nuestro territorio.

Y dos, quienes ingresan a México como un punto (…) de tránsito hacia los Estados Unidos de América, siendo la llegada a ese país su objetivo casi único.

De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Migración, alrededor del 80 por ciento de los migrantes centroamericanos que ingresan a nuestro país, tiene como objetivo principal llegar a la frontera norte.

Por instrucciones de nuestro Presidente López Obrador, la política del gobierno mexicano estará basada en una visión humanitaria para regular el ingreso de los migrantes a nuestro territorio, para que sea legal y ordenada.

Respecto del primero de los grupos antes enunciados, y una vez autorizado y registrado su ingreso ordenado a nuestro territorio, lo siguiente será decidir con cada uno de ellos, su ubicación en los municipios que resulten más adecuados, de acuerdo con sus características socio-demográficas y a las posibilidades de ofrecerles empleo, así como albergue, servicios básicos de educación y salud.

Respecto del segundo grupo, la política del gobierno mexicano se basará en un enfoque que, privilegiando la visión humanitaria, se hace cargo de la inevitable necesidad de considerar, por una parte, las decisiones que al respecto adopte el gobierno de los Estados Unidos y por otra, la exigencia de que los gobiernos de los países de Centroamérica, adopten políticas proactivas para alertar la permanencia de sus poblaciones dentro de sus propios territorios, con acciones e inversiones que estimulen el progreso y el desarrollo humano como parte de la garantía de seguridad personal y familiar en empleos y la (generación) de servicios básicos a sus habitantes.

La política migratoria que estamos planteando, parte del hecho de que México ha sido a lo largo de su historia contemporánea, país de emigración y migración.

Millones de compatriotas han emigrado hacia Estados Unidos en búsqueda de trabajo y de las oportunidades de progreso que no ha encontrado ni han encontrado en sus lugares de origen.

De igual forma, México ha sido país de asilo y refugio de personas y familias que por motivos de conflictos bélicos, guerras civiles o golpes de Estado, abandonaron sus países de origen, como son los casos de quienes llegaron a México en el Siglo XX, provenientes de España, Italia, y otras naciones de Europa, antes de la Segunda Guerra Mundial.

Y en la década de los años 70 y 80, del mismo siglo, provenientes primero de los países de América del Sur, de Chile, Argentina, Brasil y Uruguay, que sufrieron golpes de Estado y dictaduras militares, y luego de países centroamericanos asolados por conflictos internos y guerras civiles, como fueron los casos de Guatemala, Nicaragua y El Salvador.

Por historia, tradición y convicción, los mexicanos somos un pueblo solidario con quienes llegan a nuestro país.

Y al mismo tiempo, exigentes con el respeto a los derechos humanos de nuestros compatriotas que salen a Estados Unidos en búsqueda de empleo y de oportunidades de progreso.

Es hora de que los derechos humanos que exigimos, sean respetados a nuestros connacionales en los Estados y en cualquier otro país del mundo, y también, sean respetados por el gobierno mexicano, tratándose de las personas que llegan a nuestro territorio provenientes de otros países, ya sea para radicar aquí, o como inevitable punto de tránsito hacia los Estados Unidos.

Por instrucción del Presidente Andrés Manuel López Obrador, es clara y precisa que el trato a los migrantes sea el mismo que exigimos a otros gobiernos, que tenemos que hacerlo también nosotros.

Vamos a empezar por nuestra casa.

Vamos a empezar brindando atención a nuestros connacionales que regresan forzadamente de los Estados Unidos.

Las Secretarías de Relaciones Exteriores y de Gobernación, postulamos como punto de referencia para la política hacia los migrantes provenientes de los países centroamericanos, que aunque México no es la causa del fenómeno, estamos decididos a ser parte de la solución.

Para que esa decisión del gobierno de México sea factible, es condición indispensable que la comunidad internacional y los organismos multilaterales, en particular la ONU y la OEA, asuman su corresponsabilidad en la atención del fenómeno de migración masiva desde los países de Centroamérica hacia Estados Unidos, que de manera inevitable transita por nuestro país.

Es también indispensable que los gobiernos de los países de Centroamérica, en particular Honduras, El Salvador y Guatemala, asuman sus ineludibles responsabilidades en atención de las demandas y aspiraciones de sus poblaciones.

Es evidente que la obligación primaria para atender en su propio territorio, a las personas que ven amenazadas su sobrevivencia por motivos de seguridad o de carencias de lo más necesario para una vida digna, es del gobierno de cada país.

El gobierno de México plantea a la comunidad internacional, la imperiosa necesidad de asumir una visión de corresponsabilidad en la atención a los flujos migratorios provenientes de Centroamérica y que cruzan por nuestro territorio en tránsito hacia los Estados Unidos.

El gobierno de México está abierto y dispuesto al diálogo serio y respetuoso y constructivo con el gobierno de los Estados Unidos de América, para atender de manera conjunta y coordinada, a los migrantes centroamericanos que ingresan a territorio mexicano con el único objeto de llegar al vecino del norte.

Nuestra visión es que los migrantes no son delincuentes, mucho menos constituyen una amenaza a la seguridad de México o de los Estados Unidos.

Son seres humanos que buscan escapar de una realidad de inseguridad y de carencias en sus países de origen, que piden acceso a lo más elemental, que es la posibilidad de seguir con vida y acceder a un empleo que les permita con dignidad progresar.

Vamos a cambiar el paradigma sobre el que ha girado la política migratoria en los años anteriores, para darle paso a una nueva visión y a un nuevo paradigma.

Vamos a instrumentar en el más breve plazo posible, las acciones que permitan el acceso ordenado y seguro por nuestros puntos de acceso legal y controlado en nuestra frontera sur, como paso indispensable para brindar a los migrantes centroamericanos, protección a sus derechos humanos, y a los que así lo decidan libremente, facilidades para una estancia segura y digna en nuestro territorio, conforme a los programas y acciones que al respecto instrumente el gobierno de México en coordinación y con la participación de los gobiernos estatales y municipales, especialmente en los estados del sur-sureste, como son Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Oaxaca.

Para los migrantes estamos calculando alrededor en este momento, de 700 mil centroamericanos que trabajan en nuestro país en este sureste, concretamente en Quintana Roo, en la Riviera Maya, en Cancún, y en otros lugares.

Y sí quiero compartirles que no desplazan a los mexicanos, que complementan esta mano de obra.

Para los migrantes cuyo objetivo al ingresar a nuestro territorio es transitar hacia los Estados Unidos de América, nuestra política consistirá en ordenar su estancia y movilidad con plazos ciertos para que llegado el caso, retornen a sus países de origen, si es el caso de que no sea posible su acceso a Estados Unidos en condiciones aceptadas por las autoridades de aquel país.

Para la atención humanitaria y el respeto a los derechos humanos de esos migrantes, el gobierno de México demandará la activa participación y apoyo de los organismos multilaterales, ONU y OEA concretamente, así como la corresponsabilidad de gobiernos de sus países de origen.

Insisto, que aunque el fenómeno no es provocado por México, estamos dispuestos y decididos a ser parte de la solución.

En estas soluciones, en su desarrollo, precisión e instrumentación, seguiremos trabajando en diálogo permanente con la Secretaría de Relaciones Exteriores, y mantendremos el contacto con el gobierno de los Estados Unidos y con los gobiernos de Centroamérica, y desde luego con todos ustedes, nuestros representantes en el extranjero.

Permítanme dar contenido a las palabras que definirán la política migratoria en nuestra frontera sur.

Ingreso ordenado y seguro. En nuestra frontera su contamos con 12 puntos de internación terrestre, en el que la Secretaría de Gobernación, a través del Instituto Nacional de Migración atiende a las personas que desean ingresar a territorio mexicano por causas diferentes a las de intercambio cotidiano, regional, de mercancías y servicios o con propósitos de turismo.

En la misma frontera sur, tenemos detectados y ubicados aproximadamente 370 puntos de cruce ilegal no documentado de personas.

Lo primero que estamos haciendo es fortalecer la capacidad de atención en los 12 puntos de ingreso terrestre con los que ya contamos, para luego, determinar en cuáles de los puntos hoy ilegales, es posible instalar al Instituto Nacional de Migración, para el trámite de registro y admisión de migrantes.

Los puntos en que lo anterior no sea posible, serán vigilados y controlados para evitar el acceso no documentado de personas a nuestro territorio.

Para el acceso ordenado y seguro de las personas que cruzan a nuestro territorio por la frontera sur, será requisito la presentación de una solicitud de ingreso, en la que además de proporcionar sus datos personales, el solicitante manifieste bajo protesta de decir verdad, cuál es el motivo de su ingreso a territorio mexicano.

Las solicitudes de ingreso deberán acompañarse de un documento de identidad personal, cuando se tenga, de la persona interesada.

Al solicitante se le recabarán además de sus datos personales, las huellas dactilares y la fotografía del rostro, conforme a los estándares internacionalmente aceptados para este tipo de trámites.

Quienes rechacen proporcionar sus datos de identidad o los datos biométricos antes indicados, no podrán ingresar al territorio mexicano, advertidos de que, en caso de hacerlo por un punto fuera del control oficial, al ser detenidos por la autoridad mexicana, serán devueltos a su país de origen, o aquel desde donde accedieron.

A quienes acepten realizar el trámite de ingreso conforme a las normas establecidas por el gobierno mexicano, se les garantizará la respuesta a su solicitud en forma inmediata, o de ser el caso, no mayor a las 72 horas, los casos en que la autoridad mexicana, por ejemplo, requiera de mayor información del solicitante.

Las personas admitidas en nuestro territorio, podrán obtener su calidad migratoria bajo algunas de las siguientes figuras ya existentes:

Residente temporal con permiso de trabajo, trabajador fronterizo.

Solicitante de la condición de refugiado.

Visitante por razones humanitarias.

Visitante regional y persona en tránsito hacia otro país.

Una vez cumplido lo anterior, se les otorgarán todas las facilidades e información para su internación ordenada y segura, hasta su ubicación en el municipio que residirán.

Las personas que manifiesten como objetivo de su ingreso a territorio mexicano en tránsito hacia los Estados Unidos de América, serán ubicadas de inmediato en los lugares que para su alojamiento seguro y digno se dispongan, con la coadyuvancia de los organismos internacionales que participen con las autoridades mexicanas en su atención y asesoría.

A esas personas se les brindará asistencia humanitaria, información y asesoría para que realicen su trámite ante las autoridades migratorias de los Estados Unidos, advirtiéndoles que la decisión a ese respecto no corresponde al gobierno de México, así como de la obligación que tienen mientras permanezcan de nuestro país, de respetar nuestras leyes y seguir las indicaciones de las autoridades migratorias.

Quiero poner de relieve, que el fenómeno migratorio que estamos viendo, habrá de continuar, e incluso, podría crecer en los meses y años venideros.

Su manifestación más importante, no son solamente las caravanas migrantes, sino el flujo cotidiano de seres humanos que cruzan por nuestra frontera sur en tránsito hacia los Estados Unidos.

Dos datos ilustran lo anterior, se calcula que al año, o que por ejemplo, el año pasado, fueron más de 300 mil centroamericanos que ingresaron a territorio mexicano, la mayoría sin orden, sin registro, y de ellos, tenemos también las caravanas de octubre pasado que significaron en su promedio, o en el promedio estamos calculando, 10 mil personas.

La migración es parte de la historia de la humanidad. Las caravanas migrantes también. La Biblia da cuenta de una de ellas en la antigüedad, la salida del pueblo judío de Egipto.

Lo que está en nuestras manos es cumplir con nuestra propia historia como nación y como pueblo, siempre solidarios, siempre fraternos, para que México siga siendo la casa generosa que ofrece su abrigo a quienes en otras latitudes llegan a nuestro territorio.

Pero para esto, necesitamos poner orden en nuestras fronteras, para entonces brindar a los migrantes la ayuda humanitaria y el trato digno y respetuoso que se merecen.

El primer derecho humano que tienen nuestros migrantes, es sin duda alguna el derecho a la identidad, y de ahí, todos los demás derechos humanos.

Esa es la instrucción del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que tanto la Cancillería Mexicana, como la Secretaría de Gobernación estamos cumpliendo.

Y de nueva cuenta, a todas y a todos ustedes, muy feliz año, muchas gracias por su atención y quedo a sus órdenes.

Sesión de preguntas y respuestas

Pregunta: Una pregunta directa y rápida, mencionaba usted, dentro de las posibilidades de nuestra política hacia los migrantes, la de ser regresados al territorio desde el que ingresaron, independientemente de su nacionalidad, preguntaría ¿sí esto implica que estamos reconociendo también que Estados Unidos pueda deportar a personas de otras nacionalidades a nuestro territorio por haber ingresado a su país desde México?

Secretaria Olga Sánchez Cordero: No. Estamos diciendo que los que ingresen a nuestro país sin registro, sin una forma ordenada y legal, los vamos a deportar a sus países. Exclusivamente nos estamos refiriendo a la política migratoria de nuestro país.

Pregunta: Buenas tardes señora Secretaria, soy Mauricio Ituarte, soy el Cónsul de México entre Tecún Umán, donde vivimos ahorita la migración el mes pasado.

Yo quisiera preguntarle, usted por la agilidad que está dando ahí de las 72 horas, para darle la tramitación a los que quieren entrar en forma ordenada y segura, y registrados ya en el territorio nacional, ¿va a haber como estaba ahorita, cuando se empezaron o empezaron las caravanas, oficinas COMAR, y ya instaladas permanente, en las oficinas migratorias para poder dar este trámite? Porque al principio sí fue un problema porque no había ese órgano de COMAR, sino tardó hasta la segunda caravana.

Y algo muy importante de lo que usted dice, para dar una atención inmediata y rápida y no desesperar porque muchas veces ellos hacen la inmigración por el río por la falta de la atención y agilidad que se le está dando.

Y qué bueno que acaba usted de decir y ratificar que los que entren en forma desordenada e insegura, van a seguir siendo deportados, o sea, eso da también una certeza muy importante también al territorio mexicano, porque supimos que en la primera y la segunda caravana de Honduras, venía mucha gente que nosotros los teníamos desde la embajada de Guatemala, El Salvador y Honduras ya detectados como líderes, que fue gracias al apoyo de la Secretaria de Gobernación, del CISEN, fueron todos de alguna manera identificados.

Estaban identificados ya ellos como en sus negocios tradicionales, que eran los famosos “polleros”.

Entonces qué bueno que existe coordinación, y que COMAR va a quedar ya siempre en los pasos que ya están asegurados por la Secretaría, eso agilizaría mucho y mejoraría mucho esta situación para todo el territorio mexicano. Gracias señora Secretaria.

Secretaria Olga Sánchez Cordero: Gracias a usted. Por supuesto que es hasta 72 horas, su ingreso puede ser de inmediato.

Vamos a poner una batería no solamente de atención de los servicios migratorios, sino también vamos, digamos, a ofrecerles refugio, asilo, vamos a tener los servicios consulares, salud, empleo, llamadas telefónicas, como lo hemos estado haciendo también en Tijuana.

Y estas caravanas efectivamente llegaron a nuestro país en octubre de este año, sin embargo nosotros también tenemos ya conocimiento de que se está formando una nueva caravana para entrar a nuestro país a mediados de enero.

Estamos ya tomando las medidas necesarias para el ingreso seguro y ordenado de esta caravana.

Desde luego, como usted acaba de decir, hay líderes en esta caravana que están manejándola, y tratando de dar un portazo aquí en nuestro país, pero no se permitirá que no sea ordenado su ingreso, y seguro y controlado y regulado por las leyes mexicanas.

Por otra parte, sí quisiera yo decir y ser muy enfática, que lamentablemente tenemos los casos, el caso más emblemático que se destapó, de la falta de un control, de la falta de regulación y de un registro de migrantes, fue el caso de las fosas de San Fernando, fue lamentable, terriblemente complicado, porque no se tenía ni siquiera conocimiento de quiénes eran esas personas que habían entrado a nuestro país sin registro.

Nosotros lo que estamos proporcionando y queremos hacer todo el esfuerzo que tengamos a nuestro alcance, es que todo sea una migración ordenada, no deportaciones masivas, como antes se hacía, una deportación cuando no ingresen en esta forma las personas.

Su ingreso podrá ser de manera inmediata o hasta por, hasta dentro de las 72 horas, si la autoridad migratoria requiere mayor información del migrante, de un migrante en especial.

Aquí nuestra embajadora de México en los Estados Unidos, gracias Martha.

Pregunta: Muchas gracias Secretaria. Primero, congratularme por la rapidez con que las Secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores han llegado a un acuerdo para esta nueva política migratoria.

La pregunta muy concreta es, ¿cuándo la vamos a hacer pública o la podemos hacer pública? Sobre todo en Estados Unidos, ¿desde hoy? Porque el viernes presento credenciales al Presidente Trump, y me gustaría tener la posibilidad de darle una gran difusión en los Estados Unidos a la nueva política migratoria de México y en particular hacia los centroamericanos.

Secretaria Olga Sánchez Cordero: Gracias Embajadora. Sí se puede dar a conocer ya de inmediato.

Quiero decirles y compartirles que el mismo día que se firmó la Convención de Marraquech, en México se dio a conocer en la Secretaría de Gobernación, esa misma política, ordenada, segura para los migrantes centroamericanos y para todos los migrantes.

Ese mismo día que se firmó la Convención Internacional en Marraquech, se estaba dando entre la Secretaria de Gobernación de la nueva política migratoria de conformidad con esta Convención Internacional.

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