Margarita no; Olga tampoco
Calderón insiste en hacerle realidad a su esposa el sueño de ser candidata presidencial del PAN
Vicente Fox y Felipe Calderón quisieron instituir en México la sucesión dinástica en la Presidencia de la República, intentando de manera imprudente y contraproducente incluir en la carrera de los aspirantes presidenciales panistas a sus esposas en 2006 y 2012, respectivamente. Pero se les cebó. Sin embargo, Calderón insiste en hacerle realidad a su esposa el sueño de ser candidata presidencial del PAN.
En entrevista radiofónica el martes 21 de diciembre de 2010, Felipe Calderón, todavía presidente de la República, acabó con la peligrosa fantasía de que su esposa fuera candidata a la grande, no sin antes señalar: “Qué duda cabe que Margarita tiene un carisma y una inteligencia muy, muy especial – pues la ha de tener muy escondida, afirmaban los malosos no sólo del PAN sino también del PRI–, pero la prudencia obliga, necesariamente, a establecer esta sensación sucesoria, que, siendo absolutamente legal, considero que es también absolutamente inconveniente. Creo que ese tema lastimó muchísimo a nuestra sociedad y fue un aprendizaje para todos.”
Lo dijo de “dientes para afuera porque un año después, en una borrachera de poder, pretendió incluir en la lista de senadores plurinominales a su esposa. No lo consiguió, pero le puso un calambre a Josefina Vázquez Mota, a quien los panistas le estaban construyendo en la Cámara de Diputados su candidatura presidencial. Cuatro meses antes de la elección presidencial del 2012, Calderón volvió a destapar a Margarita, pero para 2018.
Felipe y su esposa quisieron participar en la pasada elección presidencial, pero Ricardo Anaya, dirigente del PAN, se los impidió por lo que la señora, indignada, renunció al blanquiazul nueve meses antes de la competencia. Sin embargo, concursó como candidata independiente; no aguantó el trote y en el segundo debate “tiró la toalla”. Sepultado el calderonismo, Felipe renunció al PAN en noviembre del 2018.
Derrotados, ambos se dieron a la tarea de formar un nuevo partido para participar en las elecciones intermedias de este año, pero el INE los “mandó por un tubo”, argumentando supuestos “chanchullos”. Empecinados en regresar, no lo que usted se imagina, Margarita y Felipe “sobornaron” – según los anti-calderonistas– con 263 mil votos a Marko Cortés – dirigente nacional del PAN, para quienes lo hayan olvidado—de que los incluyeran en la lista de candidatos a diputados para las próximas elecciones. Como el hueso no alcanzaba para todos, sólo se lo dieron a la señora Zavala. Bueno, hubiera sido humillante que un expresidente de la República aceptará un cargo de diputado, de presidente municipal de Angangueo, en Michoacán, o alcalde de su colonia.
Margarita Zavala Gómez del Campo de Calderón también está obsesionada con hacer realidad su sueño fantástico de ser candidata presidencial del PAN, con la ayuda, una vez más, de “cachirulo”. Pero Ricardo Anaya está empeñado en impedírselo.
En cuando a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien la semana pasada se descartó para el 2024, argumentando su edad y porque quiere dedicarle más tiempo a su familia, la realidad es que Doña Olga está viviendo horas extras, en la política, aclaran los traviesos.
POR LUIS SOTO
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