La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros
Manuel Ábrego
Tres Valles, Ver.- Dejando a un lado la incertidumbre por los dos gobiernos que iniciarán en breve y que nos afectan, toquemos el tema de los posibles.
Los posibles, ciudadanos tresvallenses y otros no tanto, que podrían suceder al Dr. José Manuel Díaz Rodríguez, tema que se puede tocar una vez pasada la efervescencia de la elección a dirigente de la CNPR.
Por cierto esta vez será dirigente y líder, a diferencia de organizaciones que solamente tienen un dirigente que no es líder. Enhorabuena pues, al chaparrito líder procedente de Los Naranjos.
Si las elecciones para alcalde fueran dentro de dos días, habría caras de sobra para tener un alcalde en todos los partidos que están en Tres Valles. Por el Revolucionario, quizá Mateo Ortiz Ramírez y Marcos Cano Ramos se perfilarían como las opciones. Claro, sólo uno ganaría.
Acción Nacional tiene caras, si bien su tónica no es como la del PRI. Está por ejemplo Gilberto Montano, aunque hay más. El Partido de la Revolución Democrática, si sobrevive a sí mismo, quizá llevara un candidato externo. O se pegaría a otro instituto político, en política no hay nada escrito.
La coalición que por la sola figura de Andrés Manuel López Obrador, y no por nadie más, ganó el derecho a gobernar en la Nación y en Veracruz, a Dios gracias que sólo seis años, es la que más caras tiene, no porque sea eficiente como grupo político, sino porque es la más afortunada.
Podría darse el caso de que alguien de la familia de don Valentín Reyes López o él mismo fueran candidatos. Es un quizás, no lo afirmo, no vaya a decir la gente que represento a su grupo.
Alberto “Beto” Ocampo, líder en la congregación de Los Naranjos, sería buen prospecto. Activista que no ofende a los que no piensan como él, gran deportista, estimado en muchas localidades del Municipio.
No sería imposible que regresaran los aspirantes que aspiraban sin ser aspiradoras: el licenciado; el doctor; la altruísta; la señora de aspiraciones; el maestro y el ingeniero. Todos poseen sus cualidades, aún sin ser gente de Izquierda.
Al no ser de Izquierda, no se les puede tachar de socialistas nostálgicos, delirantes, anclados en los sesentas, sino simplemente, de tresvallenses maduros y con posibilidades.
¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “Los posibles trabajan ya / y trabajan pensando en lo demás”.