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martes, abril 30, 2024
Columnas

La «agachona» de Laura Estrada y la ingobernabilidad en San Raymundo Jalpan

Cortesía: Primera línea

Oaxaca de Juárez, Oax.- No sabemos quiénes son peor, si los roji-verdes o los morenos en la 64 Legislatura del Estado.

Sumida en una terrible ingobernabilidad, donde nada se mueve si no es por indicaciones del senador Salomón Jara Cruz y del priista Alejandro Avilés Álvarez, integrantes de la 64 Legislatura del Estado está a nada de estallar contra la presidenta de la Junta de Coordinación Política, Laura Estrada Mauro que se ha caracterizado por su nepotismo, falta de autoridad e ignorancia legislativa.

Y no es para menos la molesta de las y los legisladores, principalmente de los nueve “revoltosos” como los ha bautizado el coordinador de la bancada del PRI, Alejandro Avilés Álvarez, entre ellos Othón Cuevas Córdova, Hilda Luis, Pavel Meléndez, Luis Alfonso, Ángel Domínguez, Griselda Sosa, Inés Leal y Leticia Collado, puesto que los han dejado sin operatividad financiera.

No les quieren autorizar ni siquiera para el salario de un asesor, ni compensaciones para el personal que labora con ellos, la respuesta de Laura Estrada ha sido: ¡Páguenlo de su salario!

Pero ella, la presidenta de la Jucopo tiene a su familia en la nómina y para muestra un botón, su esposo Miguel Ángel Vásquez Ortiz está como “asesor” con un salario aproximado de 40 mil pesos y también tiene a la ex candidata a la presidencia municipal de Santa Cruz Xoxocotlán, Nancy Benitez con un salario similar.

¿Cuál austeridad republicana?

A las y los “revoltosos” en breve podrían sumárseles cuatro sumárseles cuatro fantásticos más: Horacio Sosa Villavicencio, Elisa Zepeda, Magaly García y Fredy Delfín, del grupo de Flavio Sosa y Jesús Romero López, quienes ya han manifestado su inconformidad por la forma tan arbitraria en que se maneja Laura Estrada, quien tiene un desconocimiento pleno de la gobernabilidad al interior del Poder Legislativo.

Todas estas incongruencias de la flamante presidenta de la Jucopo ha desatado una serie de molestia e inconformidades al interior del Congreso local, donde de seguir en la misma dinámica no tarda en reventarle el problema que podría derivar en si relevo del cargo.

El Congreso del Estado maneja un presupuesto de 500 millones de pesos, solo que el reparto ha sido solamente para dos grupos políticos al interior de la Cámara de Diputados e incluso las direcciones, los institutos y las jefaturas de departamento son manejadas por la gente de Salomón Jara y la de Avilés.

En una de las sesiones ordinarias de la 64 Legislatura, el coordinador de la bancada del PRI, Alejandro Avilés pidió en el cabildeo que traía en el pleno legislativo a la diputada Hilda Luis que le “ayudaran, que transitaran en los temas que se abordan”, pero la legisladora le respondió que tenía a Laura Estrada y con ella a la mayoría, que para qué los quería a ellos.

Avilés le respondió, que quienes le interesaban eran ellos precisamente porque eran “revoltosos” y volteó a ver a Laura Estrada que no se despegaba del celular, pidiendo indicaciones a Salomón Jara y el priista le tronó los dedos y casi le grita que era “agachona”, que a ellos ya los tenían de este, lado ¿o no Laura?, todavía le cuestionó.

Sin un halito de dignidad y vergüenza, Laura Estrada permaneció con la cabeza “agachada” hablando por celular, preguntándole a Salomón que cómo le hacía en los puntos del orden del día, el 1, 2, 3, 4…y Avilés pitorreándose y comentando que mejor iba a arreglar con Salomón.

Así de terrible la situación al interior de la 64 Legislatura del Estado.

Laura Estrada por lo menos hubiera levantado la cabeza para decirle a Avilés que dejara de hacerle “bullying”, pero ni eso se atrevió a pronunciar.

Es tanto el descontento de las y los morenos, que hasta la Gloria Sánchez López anda de rejega con ella y cuando convoca a reuniones de la fracción parlamentaria solamente le llegan siete u ocho legisladores, de los nueve “revoltosos” ni sus luces, y de los 16 que ella supuestamente controla apenas le llega la mitad.

Y hay también dos hermanitas “fifi” que tampoco levantan el dedo, si sus respectivos padres no se los ordenan, como Aleida Tonelly Serrano Rosado, que solo obedece indicaciones de Rosendo Serrano y Alin Antonio, quien su papá José Julio Antonio Aquino no se pierde una sesión en el Congreso local, para “asesorar” a su hija.

Vaya nivel de representantes populares.

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