domingo, noviembre 10, 2024
Columnas

El huachicol, encubierto, y mayor que el narco

En la mira

Silverio Quevedo Elox

Veracruz.- Hace unos días un analista decía que si se pensaba que el narcotráfico era el mayor ilícito que se cometía en México y que generaba enormes dividendos para los grupos criminales, entonces se estaba equivocado pues el otro gran generador de riqueza para la delincuencia amafiado con los políticos, por décadas, era el huachicoleo.

Es inevitable tocar, pues, estos temas nacionales que al mismo tiempo se vuelven el común denominador de las actividades delictivas y se hacen regionales en casi cualquier parte del país.

Y más cuando en Veracruz es sabido que existen, no comunidades sino municipios enteros cuya economía de sus pobladores tiene su sostén en este tipo de ilícito. Ya sea Acultzingo o Telecingo en Coscomatepec, o cualquier otra demarcación por donde pasen los ductos y existan tomas clandestinas son un emporio, según las informaciones periodísticas.

Pero en sí el tema es que mientras delincuentes y autoridades hacían creer que el narcotráfico era el mayor Jinete del apocalipsis que azotaba a los mexicanos en realidad es el robo de combustible el más grande y criminal saqueo de la riqueza de México, por encima del discurso público de la Cuarta transformación, las dimensiones de esta depredación es incalculable.

Llama la atención que digan los jefes militares que no recibían órdenes superiores por ejemplo, de atacar a los inicialmente llamados “chupaductos» de los que se sabe existen no desde Peña Nieto o Felipe Calderón sino desde Carlos Salinas de Gortari, por lo menos.

También que desde adentro se estén descubriendo las redes de complicidades e impunidad para con los atracadores de combustible, al despresurizar el bombeo de la gasolina en ductos para que pudieran perforarlos y sacar los miles y miles o millones de litros de gasolina.

Que esta práctica ilegal llegaba con sus ramificaciones hasta el nuevo aeropuerto según lo dicho por el propio Presidente de la República.

Detenciones en plantas de producción, refinerías y ayer trascendió que hasta tripulantes de embarcaciones fueron detenidos por estar suministrando producto en distintos puntos del Golfo de México.

El latrocinio tenía toda una red desde dentro de Pemex, como bien ya se dijo, con el conocimiento y la autorización de los altos directivos que pasaron por la paraestatal. Y seguramente de más arriba.

En fin el hechos es que por años se ha hecho pensar que es el narcotráfico la mayor fuente de ingresos de la delincuencia, se le suma el secuestro, la piratería, pero la verdadera fuga de capitales de la nación, el real gran agujero negro de las finanzas del país, estaba desde dentro y con extensión hacia el ahora denominado, por moda, “huachicol”.

Muy en corto

Y la novela winckler continua… Una más, como episodio de serie o telenovela, ahora se ha publicado este lunes en la Gaceta Oficial del Estado el Decreto #228 que adiciona una fracción al Artículo 33 de la Constitución Política de Veracruz que faculta a los legisladores locales para designar y remover al titular de dicha dependencia.

Pero el tema es que en medio de la serie melodramática que protagonizan el testarudo secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos y el jurisconsulto jovencito revelación y rebelde, Jorge Winckler Ortiz, nadie festina porque con esta facultad hecha legal “no hay nada para nadie”.

Efectivamente, el Congreso Local ya está facultado para hacer la remoción. Esta adición  de una fracción al Artículo 33 de la Constitución Política de Veracruz deja a la Legislatura en una posición firme para ejecutar esta determinación, pero el asunto es que el abogado de los Yunes como se le conoce a Winckler pegó el brinco primero y logró un amparo de suspensión definitiva de esta acción.

Claro el proceso está en eso en continuidad. Y se debe esperar todavía una resolución final o definitiva valga la redundancia para que se pueda saber si el amparo procede en definitiva o le da la razón al Congreso y ejecute la remoción. El Fiscal se ampara en que esta Ley aprobada o reforma no puede ser retroactiva.

Según la adición que fue publicada en la Gaceta Oficial que se emite en la Editora del Estado, donde su titular Israel Roldán.  De acuerdo a la modificación, la nueva fracción XLIV del Artículo 33 queda de la siguiente manera:

“XLIV. Designar y remover al Fiscal General del Estado, de conformidad con lo previsto en el artículo 67 fracción I inciso d) de esta Constitución; y XLV. Las demás que le confieren la Constitución Federal, esta Constitución y las que sean necesarias para hacer efectivas sus atribuciones”, se lee en el decreto.