Eduin Caz: Así era la humilde vida que tenía antes de la fama; su esposa le pagaba el cine
Sin duda alguna, Eduin Caz es uno de los cantantes de música regional mexicana más famosos del momento, pero para llegar hasta la cima del éxito, el músico tijuanense tuvo que trabajar muy duro e incluso cantar en camiones.
Para nadie es un secreto que tanto Eduin como su esposa vienen desde abajo y ambos han luchado por lo que tienen actualmente, hace unos días te mostramos cómo eran los primeros ensayos de Grupo Firme aún en terracería.
Sin embargo, la periodista conocida como Gypsy se aventuró a Tijuana a conocer los lugares en donde creció el vocalista y líder de Grupo Firme y en donde conoció a la madre de sus hijos.https://d-3564714152695356325.ampproject.net/2110011758000/frame.html
La preparatoria del “machín”
Fue en el Cetis 58 en donde Eduin estudió la preparatoria y en donde conoció a la madre de sus hijos, ahí de acuerdo con una gran amiga del cantante también estudió danza folclórica.
Era conocido como “el machín” pues de acuerdo con una excompañera de Eduin el joven cada que platicaba con alguien o le contaban algo su expresión más común era “ahhhh machín”, por lo que se le quedó ese sobrenombre.
Anahy le pagaba la ida al cine
Los inicios de Eduin en la música siempre fueron muy difíciles, pocas personas creían en él y en sus compañeros de agrupación, pero quien nunca perdió la fé en ellos fue su ahora esposa, pues siempre le mostró su apoyo y desde el inicio de su relación cuándo el líder de Grupo Firme cantaba en autobuses.
Además un conocido de la pareja reveló que Anahy llegó a pagarle la comida y las salidas al cine a su ahora esposo, pero él siempre le hizo la promesa que algún día la recompensará por todos esos esfuerzos que hizo por él.
Y aunque actualmente , Eduin Caz viste con ropa de diseñadores exclusivos e incluso él tiene su propia marca, de dio a conocer que el cantante en su juventud compraba ropa en la paca de segunda en un mercado sobre ruedas en donde también Anahy llegó a vender, situación que a ninguno de los dos les da pena recordarlo, al contrario, se sienten orgullosos de haber trabajado tanto.
