Cártel de Tláhuac, la célula delictiva que ‘mueve’ drogas al sur de la Ciudad de México
En su apogeo, el Cártel de Tláhuac operó en seis alcaldías de CDMX, y el gobierno de Mancera tuvo que apoyarse de autoridades federales para frenarlo.
Lucio Romero Martínez, conocido como ‘la Marrana’, fue condenado a poco más de 6 años y tres meses de prisión por su participación en una célula del Cártel del Tláhuac, uno de los más peligrosos del sur de la Ciudad de México.
La resolución emitida por un juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio en el Estado de México, con sede en Nezahualcóyotl sobre ‘la Marrana’, se debe a que el operador del Cártel de Tláhuac es responsable de delitos contra la salud, así como la posesión de drogas y de armas de uso exclusivo del Ejército.
El reporte de la Fiscalía es que Romero Martínez fue encontrado con “13.6 gramos de clorhidrato de metanfetamina, siete pastillas de clonazepam; 34 cartuchos, numerario en moneda nacional, ocho celulares, una tableta electrónica y una báscula gramera”.
Ligados a los Beltrán Leyva, el cártel de Tláhuac es una organización criminal que apareció en el radar desde 2012 y en sus primeros cinco años fue responsable de al menos 100 asesinatos, según reportó el portal de la BBC.
El periodista Raymundo Riva Palacio escribió en 2017 para su columna en el Financiero que más allá de un cártel, la organización que desde sus inicios estuvo liderada por Felipe de Jesús Pérez Luna ‘el Ojos’, era una banda de narcomenudistas.
Además del negocio de la droga presuntamente a las afueras de Ciudad Universitaria, la organización delictiva lleva años relacionada con extorsiones y secuestros en alcaldías como Tláhuac, Milpa Alta, Iztapalapa, Coyoacán, Benito Juárez y Xóchimilco, así como la zona de Chalco en el Estado de México y ciertos municipios de Puebla.
“En pocos meses amplió su mercado de las zonas marginales de la ciudad a las de clases medias y altas, obteniendo recursos para ampliar su negocio y comprar armas”, escribió Riva Palacio, quien señaló que el crecimiento del cártel de Tláhuac obligo al gobierno de Miguel Ángel Mancera en 2017 a combatirles, matando a Felipe de Jesús Pérez Luna, quien era líder de la organización y tenía un pasado criminal que se remonta a los años noventa, y que antes de fundar del cártel era sicario de Osvaldo García Moya ‘el Compayito’, quien lideraba la organización ‘La mano con ojos’.
Para que el gobierno de la Ciudad de México pudiera abatir a ‘el Ojos’ fue necesaria la intervención de las autoridades federales, esto a través de un operativo que se planeó durante meses.
Tras su muerte, su familia quedó al mando del cártel de Tláhuac, y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reportó en 2021 que la organización criminal era liderada por María de los Ángeles Ramírez Arvizu, su esposa.
En últimos años se reportó la caída de miembros de la familia de Pérez Luna, como Bertha Alicia ‘N’, quien supuestamente era su pareja sentimental, así como Alexis ‘N’, hijo del capo abatido en 2017, que fue detenido cuando tenía 14 años.
Otros relacionados son Agustín ‘N’, presunto “suplente” de ‘el Ojos’ en la organización, así como Liliana ‘N’ y Carlos ‘N’, otros operadores del Cártel de Tláhuac.
Con información de Raymundo Riva Palacio, Quadratín y BBC.
