‘Aún no es momento de hacer fiestas’: Irene Ramírez, la primera vacunada en México
Aún no es el momento de realizar grandes reuniones familiares en esta temporada decembrina, debido a que la nueva variante Ómicron de COVID-19 está en circulación y hay personas que siguen sin estar vacunadas, advirtió la enfermera especialista en terapia intensiva, María Irene Ramírez Hernández, quien hace un año se convirtió en la primera persona en ser vacunada en México contra el COVID-19.
En entrevista con El Heraldo de México, la exjefa de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Rubén Leñero, de la Ciudad de México, llamó a la población a no bajar la guardia durante las fiestas de fin de año y a vacunarse si aún no lo han hecho.
«Seguramente esta Navidad o Año Nuevo muchos queremos volver a reunirnos con los cuarenta y tantos integrantes de la familia, pero no se puede. Ya llegará el momento», agregó.https://d-21970856771490205637.ampproject.net/2111242025001/frame.html
La circulación de la variante Ómicron, que es más contagiosa, así como la población infantil que aún está sin vacunar, explicó, son factores que obligan a mantener las medidas preventivas, y a que las reuniones sean pequeñas, de preferencia en espacios abiertos.https://aab7fbe668cdd007103ba6e3d4bd3ff7.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html?n=0
El 24 de diciembre de 2020, María Irene fue la primera persona en recibir la vacuna contra COVID-19, en el Hospital General de México, como parte del Plan Nacional que comenzó con la cobertura al personal de salud en primera línea de batalla contra la pandemia.
La especialista fue convocada al hospital, pero no sabía que sería la primera, hasta que le pidieron sentarse junto a la brigada de vacunación que se instaló en la explanada. Ahí saludó a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, y luego se realizó un enlace con el presidente Andrés Manuel López Obrador. En la transmisión, Irene dijo que la vacuna era el mejor regalo que podía recibir en ese momento.
«(Ser la primera persona vacunada) fue un privilegio y un muy buen regalo, acompañado de una gran responsabilidad para estar pendiente de mis compañeros y el seguimiento de sus vacunas, y procurar que mi familia y todos se vacunaran para poder hacer frente a esta pandemia «, aseguró la enfermera Ramírez, de 60 años.
