Mensaje de la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en el 83 Aniversario de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

*Lo ha dicho nuestro Presidente y lo cito: “ya no va a haber dirigentes sindicales apoyados por el gobierno, no va a haber sindicatos del gobierno, ni sindicatos apoyados por las autoridades, se terminan los sindicatos de Estado. Los sindicatos van a tener independencia y libertad”.

Saludo con mucho afecto a los integrantes del presídium, entre ellos, a los señores gobernadores aquí presentes.
A los presidentes, del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, también al presidente de CONCAMIN, al presidente de COPARMEX.
A la senadora, mi amiga Beatriz Paredes. Muchas gracias Beatriz.
Al senador Jorge Carlos Ramírez Marín.
Al presidente también de CANAINTEX, José Cohen Sitton.
Desde luego a mi querido y siempre, y lo subrayo, y siempre Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, mi amigo querido, José Narro.
A los diputados, muchas gracias.
A los senadores que también están presentes.
Pero sobre todo, saludo con gran respeto y con afecto, a mi querido compañero senador, don Carlos Aceves del Olmo. Muchas gracias don Carlos.
Este día me siento muy honrada de cumplir con una alta encomienda, representar a nuestro Presidente, licenciado Andrés Manuel López Obrador, en este 83 Aniversario de la Confederación de Trabajadores de México, la CTM.
Reciban a través de mi conducto, sus felicitaciones, su reconocimiento y su deseo de que los trabajos de esta Asamblea, sean muy productivos.
Quiero aprovechar este espacio para hacer algunas reflexiones que tienen que ver con su papel en la vida nacional, su historia de 83 años, que es imprescindible para contar el devenir de México, su futuro en esta época de transformaciones.
Cada que inicia un sexenio se habla de cambios, algunos son muy obvios.
Un nuevo gobierno de un nuevo partido, nuevas mayorías, nuevas relaciones, nuevos rostros, nuevas formas de hacer política.
Y en esos cambios, hay algunos que pueden pasar inadvertidos, otros que se consideran inclusive estéticos o de forma, pero que no lo son, que en realidad tienen mucho de fondo.
Un ejemplo que seguramente todas y todos han visto, es la nueva imagen institucional del gobierno federal.
En ella, aparecen personajes fundamentales para el país, Hidalgo y Morelos, Juárez y Madero, y un personaje que es referente y guía para todos nosotros, el General Lázaro Cárdenas del Río.
Permítanme referirme a él, a Lázaro Cárdenas que con profundo convencimiento de que los trabajadores son agentes protagónicos del cambio social, un día como hoy, pero hace 83 años, impulsó la creación de esta institución, de esta gran institución popular, la CTM.
Éste, sin duda alguna, es uno de sus grandes legados, uno de los grandes legados Cardenistas. No hay mejor lugar para recordarlo. La CTM nació en momentos difíciles para nuestra nación y el mundo.
El Presidente Cárdenas entendía que para defender nuestra soberanía se tenía que impulsar un nuevo modelo político y económico, basado, entre otros elementos, en la industrialización del país, y para lograrlo, era fundamental el desarrollo y la organización de la clase obrera.
Cárdenas sabía que sin el apoyo de una central trabajadora, no se podía pensar en la estabilidad de México, una estabilidad basada en la coordinación y el esfuerzo compartido entre el gobierno y la clase trabajadora, hasta hoy, más vigente que nunca.
Ya el Presidente Cárdenas esbozaba en su Plan Sexenal de Trabajo, que el suyo era un gobierno orientado a la protección y al apoyo de la organización sindical.
Vale la pena recordar el sexto principio de dicho plan, que a la letra decía: “El Estado velará porque los sindicatos desempeñen lo más eficazmente posible la función social que les está encomendada, sin que puedan salirse de sus propios límites y convertirse en instrumentos de opresión dentro de la clase que representan”. Fin de la cita.
Por ello, al recordar estos momentos, estas palabras, estas ideas, el día de hoy puedo decirles convencida, Cárdenas está en la imagen del gobierno de la cuarta transformación, porque respetamos su legado y sabemos de la enorme responsabilidad que tenemos de conversarlo.
En ese sentido, al igual que ustedes, todas y todos quienes acompañamos al Presidente Andrés Manuel López Obrador, también somos Cardenistas.
Y esa responsabilidad, la de preservar un legado de esas dimensiones, necesariamente es tarea compartida, por eso hoy saludo y reconozco a un gran líder, el senador Carlos Aceves del Olmo.
Hace unos minutos, hace unos momentos, antes de entrar a este salón, tuve el gran privilegio de platicar con este líder maravilloso aquí, en un salón del Auditorio Nacional.
Y platiqué con él algo muy importante, y me quedó también con una gran frase, me platicaba que cuando tenía 12 años empezó a trabajar, como no se podía trabajar antes de los 14 años, vendía dulces de casa en casa.
Y a los 14, sí, a los 14 años, se incorpora su overol a trabajar en la Ford Motor Company, y también me platicó algo muy importante y que me llegó por supuesto al corazón, me dijo de la gran trascendencia que tuvo en su vida su abuela.
Y es que hoy recordar esto, y recordar a mi abuela también, y hoy ser yo abuela, señor líder sindical, señor senador don Carlos Aceves, fue para mí un privilegio que me lo compartiera, muchas gracias.
También sin infidencias, también sin infidencias me contó que estaba escribiendo. Le dije, ¿son memorias don Carlos? Me dijo, no. Solo algunas de mis reflexiones. Y le dije, qué bueno que lo hace.
Y me llevo una frase de él, hoy grabada en mi corazón, y dice: “sin duda el mejor biógrafo de una persona es uno mismo”. Muchas gracias don Carlos.
Así, aunque haya sido poco el tiempo que compartimos el Senado de la República, hoy estoy aquí como Secretaria de Gobernación, y usted como Secretario General. Yo le seguiré diciendo compañero senador y amigo Aceves del Olmo.
Amigas y amigos, qué gran espacio para recordar y reconocer el camino que venimos y pensar juntos en el horizonte de lo que sigue, el camino del que venimos, cada quien desde su trinchera, con absoluto respeto a nuestras funciones y de la autonomía sindical, podemos pensar en un objetivo común para todos, que la cuarta transformación deje a las próximas generaciones un México más justo, más igualitario, más seguro.
Donde la democracia se convierte en una realidad, en un hecho, como una forma de vida y como una forma de gobierno. Nuestra vocación democrática es absoluta.
Lo ha dicho nuestro Presidente y lo cito: “ya no va a haber dirigentes sindicales apoyados por el gobierno, no va a haber sindicatos del gobierno, ni sindicatos apoyados por las autoridades, se terminan los sindicatos de Estado. Los sindicatos van a tener independencia y libertad”.
Llevamos menos de 100 días de gobierno, pero venimos de lejos, por eso sabemos que podemos hacerlo juntos, ya lo demostramos hace apenas unos días, el jueves pasado.
El jueves pasado en el que la votación de Guardia Nacional, demostramos cómo los mexicanos tenemos políticos que pueden ponerse de acuerdo y darle certeza.
Todos queremos acabar con la inseguridad.
Todos queremos construir la paz.
Todos coincidimos que hay una ruta para lograrla.
Gracias amigo senador y Secretario General, Aceves del Olmo, por su invaluable apoyo para lograr este acuerdo. Gracias por la oportunidad.
Quiero refrendar mis primeras palabras, las que pronuncié, en el primer minuto como Secretaria de Gobernación:
Es un orgullo ser la primera mujer en llegar a este cargo, el espíritu de la Secretaría es ahora una casa de puertas abiertas, de acuerdos transparentes.
Un espacio donde el diálogo respetuoso no es discurso, es la forma de entender la vida y la forma de entender la política.
Aquí está mi mano franca, que nuestra relación sea de inclusión, de respeto a su representación, de reconocimiento a sus aportaciones para lograr una gobernabilidad democrática.
Que la nuestra sea una relación de amistad, incluso cuando no haya coincidencias, siempre habrá inclusión.
Cuando tengamos ideas distintas, siempre intentaremos lo que nos motiva de formar parte de este gobierno de la cuarta transformación, convencer no vencer.
Amigas y amigos de la CTM, su cohesión aporta a la gobernabilidad democrática del país.
Su historia forma de su identidad y representatividad.
Dejo un saludo afectuoso y solidario para todas y todos los trabajadores afiliados a esta gran central en la celebración de su Asamblea.
Enhorabuena, muchas felicidades.