Expreparador físico Roberto Melville acosó sexualmente a mediocampista de Selección femenil Sub-20
A cambio, él le hacía llegar la alineación de los partidos donde siempre aparecía el nombre de dicha jugadora, quien alardeó con algunas compañeras a las que les mostró los mensajes que él enviaba. Era parte del cuerpo técnico que encabeza Maribel Domínguez y que la semana pasada fue suspendido.
CIUDAD DE MÉXICO (apro).–El expreparador físico de la Selección femenil Sub-20, Roberto Melville, acosó sexualmente a una mediocampista del equipo a quien le mandaba mensajes indebidos y le propuso sostener una relación sentimental.
A cambio, él le hacía llegar la alineación de los partidos donde siempre aparecía el nombre de dicha jugadora, quien alardeó con algunas compañeras a las que les mostró los mensajes de Melville.
Esto generó molestias entre ciertas integrantes del equipo, no así en las más cercanas a la jugadora porque consideraron que esta situación no es incorrecta ni las perjudicaba.
“Todo el equipo se dio cuenta de la situación que ocurrió con Roberto y la jugadora no puso límites tampoco. A la jugadora se le hizo fácil hacerle notar a sus más allegadas que Roberto estaba interesado en ella y que le mandaba la lista un día antes del partido para que viera ella quienes iban a jugar de titulares, la banca y los cambios. Esa comunicación no se debe dar entre el cuerpo técnico y las jugadoras”, explica a Proceso una persona que se desempeña en selecciones menores.
Melville era parte del cuerpo técnico que encabeza Maribel Domínguez y que la semana pasada fue suspendido temporalmente por la Federación Mexicana de Futbol (FMF) mientras este organismo realiza una investigación, luego de que una jugadora envió una carta directamente al presidente Yon de Luisa para solicitar que revisara ciertas situaciones que estaban ocurriendo.
A diferencia el resto del cuerpo técnico, Melville ya fue despedido sin que la FMF explicara cuáles fueron las razones. La entrenadora Maribel Domínguez, el auxiliar Miguel Razo y el entrenador de porteras Guillermo Vázquez están a la espera de lo que decida la FMF sobre si continuarán en sus cargos rumbo al Mundial de la categoría que comenzará el 10 de agosto de 2022.
El acoso de Melville hacia la jugadora -cuyo nombre y el del resto de las futbolistas que se mencionen en este reportaje serán omitidos- comenzó antes del Campeonato Femenino Sub-20 de la Concacaf 2022 que se realizó en República Dominicana del 25 de febrero al 12 de marzo.
Durante este Premundial, el preparador físico arreció el acoso hacia la jugadora a quien llamaba “mamacita” en los mensajes de WhatsApp que le enviaba y que estuvieron ante los ojos de varias futbolistas pues entre ellas se compartieron los capturas de pantalla.
“Intentó ligársela y hubo una presión del sujeto para que accediera a tener una relación personal con él y ella no supo qué hacer. Le dio miedo decir que no y pensó en que podía obtener beneficios como seguir siendo titular y que la sigan llamando a la selección. Pensó que si se negaba no la volverían a llamar. No hay certeza de que tuvieron algo más por fuera. Roberto vive en Cuernavaca, es casado y tiene hijas adolescentes. Hubo ese como intercambio de mensajitos de ‘me gustas’ y ella tuvo un poco de presunción hacia sus compañeras y lo vio como un juego.
“Ellas están chicas y son tan inconscientes que se les hace gracioso ese tipo de cosas. Ahorita que ya se destapó la cloaca consideran que debieron haber pensado en las demás. Ya hablaron todas y todas se sintieron mal porque había otras que tenían una sensación de por qué éstas siempre son titulares y nosotras no”, cuenta el informante.
Durante el Premundial ocurrió algo que está prohibido: Roberto Melville, Guillermo Vázquez y Miguel Razo convivieron con las seleccionadas nacionales en la alberca del hotel durante los 20 minutos que tuvieron las jugadoras como esparcimiento. Una situación así no había ocurrido antes.
“Ellos estaban ahí metidos en una convivencia que no es sana y rebasó los límites, hubo un abuso de confianza de parte de ellos. Las que se sintieron incómodas no convivieron, prefirieron irse a sus cuartos, pero con quienes de alguna manera ya habían entrado en exceso de confianza ahí estaban. A ese viaje fue Javier Mier (excoordinador de selecciones menores de la FMF). ¡Cómo dejó pasar esto o le valió madre o no sé qué creyó!”.
Maribel Domínguez también fue informada por algunas jugadoras de que los integrantes de su cuerpo técnico estuvieron en la alberca con el equipo. La entrenadora también dejó pasar el incidente.
Sobre el tipo de relación que estaba teniendo la jugadora mencionada con el preparador físico Roberto Melville, Domínguez habló con ella para llamarle la atención e informó de los hechos al área de Crecimiento Personal a la que pertenecen los y las sicólogos que trabajan con las diferentes selecciones nacionales.
Javier Mier no actúo ni tampoco la coordinadora de selecciones femeniles, Mariana Gascón.
Pero esta no fue la primera vez que Roberto Melville enseñó una conducta inapropiada con una seleccionada nacional. En 2019, también acosó a otra jugadora que en ese momento era menor de edad. Se trata de otra mediocampista que ha estado en selecciones menores desde la Sub-15 a quien le coqueteaba y le insinuaba que se relacionara con él.
En sus redes sociales, la futbolista publicó que su preferencia sexual es hacia las mujeres y entonces dejó de molestarla. Según la fuente consultada, la jugadora es muy tímida y la formación que ha recibido en su casa es siempre de, por respeto, obedecer a sus mayores, por lo cual no tuvo el coraje para decirle que se alejara.
“En ese momento yo también pequé de inocente al no pensar mal de él. Yo decía: ‘es que le cae bien, la ve como una hija y es bromista con ella’. No detecté que fuera acoso o que su interés era sexual, pero después la jugadora dijo que sí se sintió acosada, que se sentía incómoda y no le gustó la manera como él la trataba. Cuando ella destapó que es lesbiana ya la dejó en paz. Ese fue el primer punto que dejamos pasar allí en la selección que fue antes de la pandemia y ella sigue en el equipo”.
A raíz de que se dio a conocer que la FMF está haciendo una investigación, otra de las jugadoras que acudieron a la convocatoria que inició el lunes 18 de julio como preparación para el Mundial de Costa Rica 2022 decidió abandonar las instalaciones del CAR para regresar a su club. Se despidió de sus compañeras y les dijo que se sentía muy mal y hostigada. “Ya no aguanto esto, ya estoy muy mal y no puedo seguir”, les dijo.
Esta futbolista es una de las pocas que en el equipo se atreven a levantar la voz y a cuestionar cuando no están de acuerdo con las decisiones que en la cancha toman los integrantes del cuerpo técnico.
Otras situaciones que han sido toleradas es que Alejandro Sánchez de Pablo, quien tiene a su cargo la logística de las selecciones, comenzó a tener una relación sentimental con otra de las jugadoras, a pesar de que tomó un curso y firmó el Reglamento de Cuerpos Técnicos y Staff de las Selecciones Nacionales donde se les prohíbe tener relaciones sentimentales entre compañeros de trabajo.
A la primera que se le hizo notar la relación de este empleado con una de las porteras fue a Mariana Gascón y su respuesta fue: “lo que hagan allá afuera es otra cosa” y que “seguramente Alejandro ya le había avisado” a su superior inmediato sobre el hecho.
“Estamos hablando que no puedes andar con nadie de aquí (el personal administrativo y cuerpo técnico) mucho menos con una jugadora. Ahí lo trataron de minimizar y empezaron a decir que ellos se conocían desde hace mucho tiempo, que pero no, no era así. Los veías juntos en el lobby, hablando en los pasillos (del CAR) y las niñas también que son curiosas empezaron a buscar en redes y encontraron los mensajes que se mandaban. O sea, teníamos a una jugadora teniendo una relación personal con alguien del área administrativa. Ese fue un foco rojo que tuvimos y nadie hizo nada.
“El cuerpo técnico se supone que tiene que salvaguardar la integridad de las jugadoras, así sea mayor o menor de edad. Los adultos que están en administración también. Viajamos, dormimos en un mismo lugar, quienes tenemos que medir somos los adultos, se supone que tenemos conciencia y las tenemos a ellas cargo. Los papás nos las dejan dos semanas o tres semanas y nos las llevamos a viajar al otro lado del mundo. No podemos permitir esto”.