El Mayo Zambada tiene mala salud, en riesgo su liderazgo en el Cártel de Sinaloa, revela la DEA
Ismael Zambada ha estado involucrado en el tráfico de drogas desde la década de 1970, señala la Agencia Antidrogas
Ismael El Mayo Zambada-García, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, “no goza de buena salud”, advierte la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
“Ismael Zambada García, quien ha estado involucrado en el tráfico de drogas desde México desde la década de 1970 y ha codirigido el Cartel de Sinaloa durante más de 30 años, se encuentra en mal estado de salud física”, se puede leer en la Evaluación Nacional de Amenaza de Drogas 2024, un documento en el que detallan que dicho grupo criminal opera en todas las entidades de Estados Unidos.
¿Qué enfermedades padece El Mayo Zambada?
Por su parte, la periodista Anabel Hernández señala en su más reciente libro que Zambada García sufre de una diabetes controlada y que además se le inflama la rodilla. En tanto, desde 2020, Mike Vigil, quien fuera director de Operaciones Internacionales de la DEA, aseguró que Zambada padecía diabetes, además de gota.
Cártel de Sinaloa abarca 4 organizaciones delictivas
Además, en el documento de la DEA describe al Cártel de Sinaloa como una organización sin líder único, pues afirma, que el cártel funciona como un modelo “sombrilla” que abarca “cuatro organizaciones delictivas distintas pero que cooperan entre sí”.
Una de esas cuatro organizaciones es la que encabeza El Mayo, las otras tres organizaciones que conforman el Cártel de Sinaloa son: https://d-32758481683756264648.ampproject.net/2404230718000/frame.html
-Los Chapitos, conformado por los hijos de Joaquín Guzmán Loera El Chapo: Iván Guzmán-Salazar, Alfredo Guzmán-Salazar, Joaquín Guzmán-López y Ovidio Guzmán-López (éste último detenido en Estados Unidos, donde es acusado de tráfico de drogas)
-El grupo de Aureliano El Guano Guzmán Loera (hermano de El Chapo)
-El grupo de Rafael Quintero
Asimismo, el documento apunta que las luchas internas por el poder y las alianzas fluctuantes dejan en duda la viabilidad del “modelo sombrilla”.
