jueves, octubre 10, 2024
ColumnasPolítica

Ataques a la prensa

Las acusaciones del presidente y su desprestigio de la prensa tiene consecuencias severas

La semana pasada se publicó el “Informe sobre prácticas de Derechos Humanos 2020” por parte del Departamento de Estado. En este, el gobierno de Estados Unidos hace expresa su denuncia a la dirigente de Notimex por organizar ataques en contra de periodistas en México. Estas agresiones por parte del gobierno son el último caso en la terrible situación de violencia en la que la prensa tiene que desempeñar su trabajo.

En el informe se mencionan instancias en las que se presionó a periodistas para que no publicaran contenido dañino al presidente y su partido. Además, se mencionan casos de intimidación y uso de las redes sociales para crear desinformación y atacar a cualquier crítico del gobierno. Incluso, se menciona que las agresiones fueron tan graves que ponían en riesgo las carreras y hasta la vida de los periodistas.

El desprecio hacia el periodismo por parte del presidente no es nuevo y la violencia en contra de este alcanza niveles preocupantes. En el transcurso de su gobierno López Obrador se ha dedicado a criticar a los medios, acusándolos de traicionar a la patria, de recibir pagos por intereses privados y negando las investigaciones justificando su desempeño desastroso con ‘otros datos’. Por supuesto, el presidente aborrece los reportajes y descubrimientos hechos por distintos medios sobre la corrupción que permea su administración.

Un informe de “Reporteros Sin Fronteras” denunció el asesinato de ocho periodistas durante el año pasado. Esto significa que en 2020 México se convirtió en el país más peligroso del mundo para los periodistas. A pesar de afrontar circunstancias bastante adversas, la prensa continúa haciendo un trabajo admirable al informar a la población de los abusos cometidos en todo el territorio nacional, desde nuestras fronteras al sur y al norte en temas de migración hasta los abusos, desvíos de recursos y robos por parte de funcionarios y miembros de la 4T, empezando por el presidente y su gabinete y terminando con morena.

Los ataques contra la libertad de prensa tienen que detenerse, las acusaciones del presidente y su desprestigio de la prensa tiene consecuencias severas. Asimismo, el uso de recursos estatales para propaganda e intimidación demuestra su necesidad por ocultar la incompetencia de su gobierno.

Debemos defender a los periodistas y rechazar los ataques que reciben por parte del ejecutivo, porque preservar la libertad de la prensa es esencial para una sociedad democrática. En México necesitamos ciudadanos informados que exijan a las autoridades rendir cuentas sobre sus acciones para lograr que la ley se cumpla y la justicia prevalezca. Nadie está por encima de la ley, ningún funcionario público y mucho menos el presidente.

MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO 
SECRETARIA DE ASUNTOS INTERNACIONALES DEL COMITÉ NACIONAL DEL PARTIDO ACCIÓN NACIONAL.