ABSTENCIONISMO DEL 50 POR CIENTO. Y EL OPLE?
EN LA MIRA
SILVERIO QUEVEDO ELOX
Resulta preocupante la cifra de tan solo 50 por ciento de participación ciudadana que estima el Organismo Público Local Electoral (OPLE) para la jornada del próximo domingo 6 de junio para elegir a mil 127 cargos públicos para renovar los 212 ayuntamientos del estado, el Congreso Local y la Cámara de Diputados.
El reto que se han impuesto las autoridades electorales a nivel local de lograr que por lo menos la mitad de los 5 millones 979 mil electores que hay en Veracruz acudan a emitir su voto el próximo domingo a las más de 10 mil casillas que se instalarán a lo largo y ancho de la entidad resulta hasta mediocre.
Llama más la atención el hecho de que los consejeros del OPLE no se hayan preocupado por promover y exhortar a la gente a que salga a votar; se durmieron en sus laureles, conformándose con que el día de la elección más importante, grande e histórica del país, salga a votar solo uno de cada dos veracruzanos.
Son inaceptables los argumentos de la autoridad electoral que se justifica con el nivel de participación que se registró en las elecciones locales para elegir nuevas autoridades municipales en el año 2017 de 54 por ciento. Es decir en lugar de ver hacia adelante ven hacia atrás.
Aunque el actual proceso electoral es atípico, debido a la pandemia provocada por el coronavirus, el OPLE no puede justificar su falta de promoción del voto.
Bastante cara sale la democracia en el país y por supuesto en Veracruz. Este año a cada veracruzano con derecho a votar, le costó 240 pesos el actual proceso electoral, que incluye desde las prerrogativas que se le dan a los partidos políticos, hasta la organización y calificación de la elección.
Un total de 1,413 millones de pesos ejerce este año el Organismo Público Local Electoral con la ampliación presupuestal que se le aprobó el 18 de febrero pasado por 352 millones de pesos, pero esta estratosférica cifra resultó insuficiente para invitar a la ciudadanía a votar el próximo domingo.
Es más, no se enseñó a los electores cómo deben marcar la boleta para que su voto sea válido, ahora qué hay 14 partidos políticos disputándose los cargos públicos locales, de los cuales en unos municipios y distritos fueron en coalición y en otros por separado. La boleta electoral es un verdadero chilaquil sin pies ni cabeza
Lo anterior podría provocar que si un elector no identifica bien las coaliciones o a qué partido pertenece cada candidato, su voto podría ser desechado, lo cual esperemos no pase si se apuesta a la lógica y a la inteligencia del ciudadano.
Ya lo dijo también Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, “la democracia mexicana no es ni debe ser víctima de la pandemia”, así que desde este espacio y bajo una responsabilidad social como periodistas, se exhorta a la población a salir a votar el próximo domingo, a ejercer nuestro derecho al voto bajo las más estrictas medidas sanitarias, después no se vale quejarse de los resultados, pues de eso depende quiénes llrgarán a gobernar los próximos cuatro años en los municipios y quiénes van a legislar a favor o en contra de la ciudadanía a nivel local y federal.
MUY EN CORTO
EL VERDE OPTIMISTA. De muy buena fuente nos enteramos de una reunión petit comité entre las dirigencias estatales de los partidos Verde y Morena, en donde al cierre de las campañas evaluaron los avances o retrocesos de los candidatos a cargos de elección popular en el estado de Veracruz.
En algunos casos las sorpresas fueron mayúsculas, principalmente en el corredor que abarca desde Veracruz hasta Alvarado, en donde tradicionalmente ha imperado electoralmente el Partido Acción Nacional.
Por los datos que nos compartieron, ahora se entiende por qué la preocupación de algunos candidatos, principalmente aquellos que sentían el triunfo en la bolsa por el hecho de contar con una estructura “aceitada” con recursos municipales sin importar si cuentan o no con arraigo entre la población.
Trascendió que los líderes de ambos partidos brincaron de gusto al revisar las encuestas y enterarse que los municipios de Veracruz y Medellín dejarán, según ellos, de pintarse de azul para convertirse en Verde-Morena.
Por tal situación es que aún con el periodo de silencio que marca el reglamento electoral, arreciaron la guerra sucia en contra de Ricardo Exsome Zapata y Marcos Isleño Andrade, principalmente.
Sin embargo, de acuerdo con el diagnóstico que resultó de la reunión, Isleño se basa en dos factores: su arraigo dentro del municipio e -irónicamente- la guerra sucia que desde hace meses le enderezaron a través de los medios de comunicación y redes sociales, lo cual le significó fijar una imagen de víctima entre el electorado.
Aseguran las fuentes que el termómetro electoral también pudo sentirse en los cierres de campaña de los tres principales aspirantes de dicho municipio.