MARINA GARAY. UN LLAMADO POR SU VIDA
EN LA MIRA
SILVERIO QUEVEDO ELOX
El presidente Andrés Manuel López Obrador abordó hace un par de días el tema de la señora Marina Garay, ex alcaldesa de San Andrés Tuxtla, entonces por el PRI, y madre del actual presidente municipal, que fue secuestrada este martes 11 de mayo en ese mismo municipio.
El mandatario expresó que se debe respetar lo que pide su hijo Octavio Pérez Garay quien desde el primer día, solicitó a las autoridades estatales y federales que retiraran la presencia policiaca y no intervinieran en el caso, pues se encontraba en alerta para la negociación en el rapto de su familiar.
Pareciera que no atendieron su petición, pues este jueves Tavo Pérez como se le conoce al edil, que ganó la alcaldía por la vía independiente, y volvió a hacer un llamado con tono de desesperación al pedir que dejen de estar cercanos los elementos policiacos, pues las patrullas hacen presencia a unos metros de su casa y se siente acosado.
“Es la vida de mi madre la que está en juego y es lo que pido que comprendan”, manifestó en redes sociales.
Sin duda que la vida de toda persona es respetable, pero en particular la señora Garay, empresaria, mujer de trabajo de toda la vida, merece, sea como sea el caso tratado como se debe y atender el llamado de la familia.
Si las autoridades consideran que algo puede pasar, en forma extraña, tienen sospechas del caso, y como dice Tavo Pérez, tienen hasta intervenidos sus líneas telefónicas, entonces deberán proceder conforme a la Ley contra él o los familiares, si algo hubiera que los obliga a permanecer cercanos al caso, pero no da derecho a desatender el llamado del hijo de la secuestrada.
Se ignora también la postura política que emitió desde Palacio Nacional y en la mañanera el propio López Obrador.
“Queremos recuperarla con vida y es lamentable que no nos dejen en paz cuando ya de por sí estamos atravesando por un momento muy preocupante y delicado”, expuso el edil a través de un
mensaje difundido virtualmente.
Claro que a Pérez Garay no se le olvidó agradecer el mensaje del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, porque, dijo, se ha mantenido al margen y respetó su decisión.
MUY EN CORTO
SE CIMBRA EL BUNKER AZUL PORTEÑO. Aseguran que en el bunker de Miguel Angel Yunes Márquez ha crecido la preocupación.
La percepción ciudadana ya se midió a través de encuestas y ésta indica que el hijo mayor de Yunes Linares pierde en los estudios sobre la elección municipal de Veracruz.
El riesgo de que se la caiga la candidatura -por el tema de la falsa residencia efectiva-, está latente y todo indica que de un momento a otro recibirá la mala noticia. Lo que también hace que aumente el nerviosismo.
A ese punto habría que agregarle el hecho real de que los números no le cuadran y pese al despilfarro de recursos municipales –tiene una denuncia del Orfis su hermano Fernando de las arcas locales- nomás no levanta en las mediciones.
Ciertamente, la popularidad de Morena como partido político es apabullante para cualquier otra marca electoral. Pero también es cierto que el mal gobierno de su carnal Fernando representa un lastre para su campaña.
A esa parte se le sumaría la división dentro del PAN y la malísima imagen del PRI cuya militancia se terminó de rebelar generando una desbandada hacia la causa morenista.
Miguel Yunes Márquez, como émulo del patito feo, optó por victimizarse en su desesperación de ganar adeptos.
Más que valentón y osado, se le percibe muy nervioso en sus videos “feisbuqueros”.
Sin embargo, la estrategia de víctima no le ha funcionado y el trecho en las encuestas en cada vez mayor en contra de su causa.
El mal llamado bastión azul de la conurbación podría derrumbarse si no hacen algo urgente para salvarlo.
Afirman y coinciden quienes están cerca de ambos bandos que pronto se estaría gestando un evento de desbandada que va a cimbrar al puerto.