EN LA MIRA
SILVERIO QUEVEDO ELOX
CARNAVAL 2018. NEGOCIAZO E INFLUYENTISMO
El presidente del Comité del Carnaval en Veracruz, Antonio El Pollo Pérez Fraga le juega al Mandrake. Así dice un politólogo popular veracruzano cuando se refiere a algún personaje que gusta de vivir de los demás, manipulador y engañador. Se le recuerda así también al famoso mago, rey de la hipnosis y la ilusión.
Y se le agregaría que cuando un hombre usa el protagonismo puro hasta el copete, hace lo que le viene en gana y los demás deben sujetarse a sus gustos y deseos personales. Por ejemplo, su egocentrismo llegó al grado que en el 80 por ciento de los carros alegóricos y comparsas dominaba la salsa, el género músical por excelencia del organizador mayor de las fiestas del Rey Momo. Jóvenes y adultos se preguntan si no habría otra temática.
A sus 55 años debería revisar los gustos populares de los nuevos tiempos. En el elenco musical contratado para que amenizara cada día los eventos masivos de las fiestas ocurrió lo mismos.
Pero de gustos se pasó a los gustos por el dinero y por quedar bien con los poderosos. El Mandrake jarocho puede reducirse al engaño que hizo con los veracruzanos cuando aseguró que no habría preferencias para lugares en los actos masivos y que los accesos serían gratuitos y ninguna de las dos cosas se cumplieron.
Adicional a esto, en los desfiles, además de la desorganización también se vieron abusos en las ventas de las gradas, y hasta cobraron los concesionarios por permitir cruzar de un lado a otro previo a los desfiles por los sitios de sus gradas, algo así como pago al derecho de vía. De 15 a 20 pesos por persona, según las denuncias del público. Esto fue el colmo.
Y es que tanto que presumía el alcalde Fernando Yunes Márquez que no habría lugares preferenciales para personal del Ayuntamiento que la realidad es otra, ya que en la parte más cercana al escenario de la llamada macro plaza del malecón cientos de sillas fueron colocadas para tener acceso VIP y poder disfrutar de los conciertos cómodamente, contrario a los espacios para la clase popular, el grueso de la población.
Bien, como se afirma, terminan convirtiéndose en lo que más critican, pues en ruedas prensa previos al inicio del carnaval, tanto el munícipe como el “Pollo” Pérez Fraga anunciaban que no existirían lugares privilegiados como se había realizado en carnavales anteriores, muy lejos de cumplirse, o al menos estos lugares con sillas nunca fueron ofrecidas al público en general.
Fueron reiterativos y demagógicos estos funcionarios a los medios de comunicación sobre darle un giro total y criticaron lo ocurrido en años anteriores, pero en lo los conciertos que se han realizado hasta ahora en el Carnaval de Veracruz 2018, se puede ver como personal que labora actualmente en la administración y también en el gobierno estatal panista, muchos son familiares y amistades invitadas por directores e integrantes de la comuna. Las gráficas son elocuentes.
El negocio, en el que se desconoce si lleva mano el famoso Pollo, pero que no sería nada extraño, se está dando con la venta al por mayor de boletos por internet, se pueden encontrar en la famosa página de ventas “Tepito Jarocho”. Estos boletos o stickers tiene en la parte de enfrente la leyenda “Veracruz te quiero” que es el emblema de la actual administración, acompañada del logo del Carnaval y según el día del concierto es el color de relleno.
Ojalá el alcalde de Veracruz pueda dar una explicación a la población jarocha, en especial a las miles de personas que llegan desde temprano para ocupar los “mejores lugares” que les dejan, después de las decenas de metros que evitar admirar de cerca los espectáculos, por las sillas acomodadas para su personal, gobierno estatal y amigos del clan panista. El Carnaval del cambio por el influyentismo y negocio que lo envuelve.
