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sábado, abril 27, 2024
ColumnasNacional

Nueva legislatura: negociación en la polarización

El próximo 1o de septiembre iniciará el período ordinario del Congreso de la Unión, pero antes deberá instalarse la nueva Cámara de Diputados

El próximo 1o de septiembre iniciará el período ordinario del Congreso de la Unión, pero antes deberá instalarse la nueva Cámara de Diputados, lo que no está resultando nada fácil. La razón es muy simple: Morena tiene que negociar con la oposición en la nueva Legislatura, pues ya no puede imponer unilateralmente su voluntad y seguir las instrucciones presidenciales. Ese fue el verdadero resultado de la elección de este año.

Los datos finales que proyecta el INE le otorgan a Morena 198 curules, por lo que requiere los 80 votos que aportarían sus aliados, PT y PVEM, para reunir la mayoría en la Cámara con 278 votos. Por eso Morena anuncia la formación de una Mega-Bancada que le permitiría tratar de obtener las presidencias de la Junta de Coordinación Política y de la Mesa Directiva, además de controlar el presupuesto de la Cámara. Por su parte, la oposición unida tendría 222 votos, lo que los hace merecedores a encabezar comisiones importantes y negociar los puestos directivos. La confrontación deberá resolverse pronto, si Morena muestra voluntad de negociación, lo que se antoja difícil.

Lo ocurrido en la Comisión Permanente la semana pasada debería dejar en claro que la oposición no cederá a imposiciones o caprichos presidenciales. Morena no aceptó ninguna reserva propuesta por la oposición para aprobar la Ley de Revocación de Mandato y la consecuencia fue que no se aprobó convocar a un período extraordinario de sesiones. Si Morena insiste en imponer sus políticas en la Cámara, la oposición reaccionará de la misma forma, sobre todo, ahora que Morena está lejos de tener mayoría suficiente para proponer modificaciones a la Constitución.https://d-1255436073238601591.ampproject.net/2108132216000/frame.htmlhttps://28af9a270dbcabe24a91f7e6ae13c3b3.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html?n=0

Además, uno se preguntaría si el PVEM y el PT están dispuestos a seguir a Morena en propuestas como reducir el número de plurinominales o reducir en 50% el presupuesto de los partidos. ¿Qué les ofrece Morena a sus aliados para construir una Mega-Bancada? Por su parte, la oposición también tiene que negociar, sobre todo si busca incorporar los 23 votos de Movimiento Ciudadano en la construcción de acuerdos, además de fortalecer una agenda parlamentaria común, que tampoco surge en automático.

Este tipo de conflictos son propios de las asambleas legislativas, por lo que la premisa debiera ser la disposición a la negociación, en la que todos ganan y todos pierden algo. La diferencia en este caso es que, por lo visto recientemente, Morena tiene un condicionante que limita sus posibilidades: el peso de las instrucciones presidenciales que insisten en no cambiar “ni una sola coma” a sus propuestas o deseos.

En esta polarización, la negociación se complica. Los diputados tienen seis días para ponerse de acuerdo, pues el miércoles el Presidente deberá entregar al Congreso su tercer informe de gobierno. Se antoja una actitud democrática, para que no prevalezca la intolerancia.

POR ARTURO SÁNCHEZ GUTIÉRREZ
PROFESOR INVESTIGADOR TEC MONTERREY
@ARTUROSANCHEZG

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